El presidente de los hosteleros, el vicepresidente de Castilla y León, de Vox, y un empresario australiano han tirado esta semana de la falacia de la paguita para intentar convencer a los ciudadanos de que hay que recortar derechos. Defienden que en España la gente se aprovecha del paro.

El político de extrema derecha Juan García-Gallardo cree que "hay cierto conformismo" y ha culpado al Gobierno de ello. Ha hablado también de ayudas sociales excesivas: "Las ayudas sociales excesivas que hay en las sociedades occidentales no ayudan a que los jóvenes tengan un estímulo para salir de determinadas situaciones de dependencia y precariedad vinculadas a estas ayudas del sector público".

Pero la realidad es que en el paro no se cobra mucho precisamente: a un trabajador que cobraba unos 1.500 euros limpios al mes y que acaba en el paro le corresponden 1.050 euros al mes durante seis meses. Pero a partir de aquí pasan a, como mucho, 900 euros al mes. Hasta un plazo de dos años.

España está a la cola de Europa en prestaciones obvias, tal y como lo ratifica Julen Bollain, profesor de la Universidad de Mondragón. "Las ayudas en general están bastante por debajo del umbral de la pobreza. Es decir, esa persona sigue estando en situación de pobreza", explica a las cámaras de laSexta.