Mes y medio después de la entrada en circulación de la campaña publicitaria de la Xunta contra la violencia de género, en la víspera del 25N, el día internacional para la erradicación de esta lacra, se ha desatado un fuego cruzado de declaraciones entre quienes la ven machista y los que niegan eso.

La imagen que ha generado la controversia es la de una mujer que sale a correr en elástico corto y sujetador deportivo, una imagen al atardecer que va acompañada del texto: "Se viste con las mallas de deporte, va a correr por la noche. ¿Qué pasa ahora? No debería pasar, pero pasa".

El miércoles la Xunta, en su cuenta oficial de Twitter, colgó este cartel y una de las primeras en reaccionar ha sido la secretaria de Estado de Igualdad, la pontevedresa Ángela Rodríguez, que en la misma red ha escrito que "viola el violador, ese es el único comportamiento a señalar y cambiar".

A continuación pide que los populares "dejen de responsabilizar a las mujeres de la violencia que sufrimos" porque "no hay más responsables que los agresores". "Esta campaña es sencillamente inaceptable", concluye.

El BNG ha exigido directamente en esta jornada "la retirada inmediata" de esta acción promocional de concienciación al entender que "responsabiliza a las mujeres".

Los nacionalistas han denunciado que la Xunta vuelve a equivocarse con su planteamiento al colocar "sobre ellas la culpa de no poner los medios suficientes o de no tener un comportamiento correcto para evitar ser objeto de las agresiones machistas y de la violencia de género".

La secretaria de Igualdad del PSdeG, Silvia Fraga, ha calificado en Twitter de "vergonzosa" la campaña, "lanzándonos a las mujeres el mensaje de que para que no nos agredan, tendremos que salir a correr tapadas, igual con burka, no sé… O directamente dicen que no deben salir a correr", ironiza.

El sindicato Comisiones Obreras de Galicia, como los nacionalistas, ha instado a la Xunta a retirar su campaña por entender que "pone el foco sobre las mujeres y no sobre los agresores".

La ministra María Jesús Montero ha calificado la campaña de "un poco extraña": "Yo creo que, aunque sea involuntaria, que evidentemente lo será, sigue estando latiendo ahí una idea de que al final parece que la culpa de la agresión la provocan las mujeres por su forma de estar o por su forma de vestir".

El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha atribuido estas reacciones a un intento de "desviar la atención" por parte del Ejecutivo central, y en concreto el Ministerio de Igualdad, de la polémica surgida en torno a la ley denominada del 'solo sí es sí'.

En una conferencia de prensa tras la reunión semanal con su equipo de gobierno, el mandatario autonómico ha dicho no estar de acuerdo con la interpretación de que en esa campaña «se responsabilice a las mujeres» de la violencia machista y ha añadido que no piensa retirarla, porque, de hecho, está "prácticamente terminada".

Para Rueda resulta "curioso" que "la mayor controversia" haya surgido del Gobierno central y, en particular, de "los ministerios que fueron duramente criticados, con mucha razón, por haber hecho una ley que está teniendo unas consecuencias de excarcelación de delincuentes sexuales con delitos muy graves".

Según ha apuntado, la campaña "intenta plasmar situaciones cotidianas en las que las mujeres pueden sufrir las consecuencias del machismo", porque "una mujer no debería pasar miedo por la calle o en una discoteca, pero en ocasiones puede pasarlo y no podemos asumir que eso es normal". La campaña tuvo un coste de 300.000 euros.