A menos de tres meses del referéndum del 1 de octubre que ha anunciado del presidente Carles Puigdemont, los partidarios de un Estado catalán caen respecto a la misma encuesta de marzo de 2017: entonces querían la independencia un 44,3%, la rechazaban un 48,5, un 5,5 no lo sabía, y un 1,6 no contestaba.
Se trata de una encuesta realizada a 1.500 personas: 1.121 en la provincia de Barcelona; 140 en Girona; 85 en Lleida; 154 en Tarragona y con un margen de error de +-2,53, y se realizó entre el 26 de junio y el 11 de julio, cuando el debate político en Catalunya estaba centrado en las garantías de este referéndum.
Según el histórico de resultados de esta encuesta, los partidarios de la independencia llegaron a su punto álgido en junio de 2016, cuando un 47,7% querían un Estado catalán por el 42,4% no lo quería, y desde entonces los partidarios del 'sí' se han ido desinflando paulatinamente hasta ahora.
Por electorados, el 92,7% de votantes de JxSí quiere la independencia y el 88,5 de la CUP también; el 89,6% de los votantes de Cs la rechaza, igual que el 83,6 del PSC también y el 89,8 del PP tampoco avala un Estado catalán.
El único partido que tiene el electorado dividido en este asunto es el de SíQueEsPot: un 25,3 de los votantes del partido de Lluís Rabell quiere la independencia; el 60,4% no la quiere; un 13,2% no lo tiene claro, mientras que 1,1% no contesta a esta pregunta.
La encuesta arroja que, aunque en Catalunya son más los contrarios a la independencia que los partidarios, en el referéndum del 1-O ganaría el 'sí' ya que una parte de los partidarios del 'no' no cree en esta consulta y rechaza ir a votar.
Así, aunque casi un 50% de catalanes no quiera la independencia, una parte de ellos no irá a votar el 1-O, por lo que el sondeo augura que aquel día participarán un 67,5% de ciudadanos, y el 'sí' ganará con el 62,4%, mientras que el no obtendrá un 37,6. "El bloque del 'sí' está movilizado y dispuesto a votar 'sí' si le ponen una urna delante. El polo del 'no' está escindido. Una parte está dispuesta a votar si le ponen una urna delante y la otra está dispuesta a abstenerse", ha expuesto Argelaguet.