Durante el juicio, Enrique Olivares, el falso cura que asaltó la casa de los Bárcenas, se hizo pasar por loco.

"Mire, ¿sabe lo que le digo? Condéneme a lo que quiera, lo firmo ahora mismo. Pero yo quiero que estas voces me dejen en paz. No puedo, no puedo. Váyanse, váyanse. No quiero oírlas más. Sálganse de mi cabeza, déjenme en paz por favor", declaró ante el juez.

Una y otra vez, se quejó de alucinaciones auditivas que, según él, no le dejaban vivir. "No quiero escuchar más voces, fuera de mi cabeza. No, no, no", insistía.

Pero al juez aquello le debió parecer la sobreactuación de un intérprete de medio pelo y no dudó en llamarle la atención a su abogado. "Señor letrado, vamos a hacer una pausa para que usted pueda hablar con su cliente y le informe sobre la forma de conducirse ante un tribunal", señaló el magistrado.

Tampoco al entonces abogado de Bárcenas le pareció la obra de un loco.

Según OKdiario, quien le mandó fue el Gobierno de Rajoy. Olivares fue condenado a 22 años de cárcel por el asalto.