Apicultoras y apicultores de toda España, convocados por ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España, se ha concentrado en Madrid para visibilizar los problemas por los que atraviesa la producción y comercialización de la miel española y pedir la puesta en marcha de un conjunto de medidas ante la grave crisis coyuntural y estructural que atraviesa la apicultura, y que afecta a más de 36.0000 familias.

Después de movilizarse en las últimas semanas en diversos territorios, apicultoras y apicultores de toda España han acudido a Madrid para alzar su voz y poner de manifiesto la situación "absolutamente dramática" en la que se encuentran. Las apicultoras y apicultores consideran que "todas las Administraciones deben involucrarse en mayor medida en frenar los ataques y reducir las amenazas que atenazan a la apicultura".

"Tanto las autoridades autonómicas como la nacional no nos están haciendo ni caso. Esta manifestación se tendría que haber hecho cuando empezó la pandemia, y por responsabilidad no lo hicimos. Tres años después la situación se ha agravado muchísimo más", ha asegurado Antonio Prieto, responsable nacional de Apicultura de UPA en Al Rojo Vivo, donde ha afirmado que "las mieles están entrando a un euro por kilo de miel cuando en España cuesta producirlo tres euros y medio".

En este sentido, ha pedido que haya un plan integral para la varroa y ha pedido ayudas directas afirmando que, en caso contrario, "no solo va a desaparecer la actividad apícola, sino muchas actividades agrícolas por no tener sensibilidad".

Las organizaciones convocantes califican de "absolutamente irresponsable" el comportamiento de los envasadores y la distribución española, que "discriminan la miel española y la sustituyen por mieles importadas a precios muy por debajo de los costes de producción en nuestro país".

Así, en la mayoría de los lineales de la gran distribución se encuentran mayoritariamente mieles mezcladas donde el porcentaje de miel española es absolutamente testimonial, y la miel española tiene escasa o nula presencia. Ante esta situación, "el Ministerio debe actuar y defender a nuestras apicultoras y apicultores", aseguran.

Los apicultores achacan parte de la responsabilidad de esta situación a la norma de etiquetado, de la cual las apicultoras y los apicultores vienen reclamando desde hace años un cambio para que el consumidor conozca con exactitud el origen de la miel."La presidencia europea es una oportunidad, que nuestro Ministerio no debe dejar pasar, para promover este cambio", señalan.

Además, este problema de mercado se acompaña de una reducción de aproximadamente el 50% de la cosecha debido a la falta de lluvias y el calor extremo del verano, de la muerte de hasta un tercio de las colmenas en algunas zonas como consecuencia de los problemas sanitarios, especialmente por la Varroa, o de los ataques de depredadores como los abejarucos o las avispas, así como, del fuerte encarecimiento de los costes de producción, por ejemplo, suplementos de alimentación o combustibles para la trashumancia.

Los apicultores no han sido beneficiarios de las ayudas extraordinarias habilitadas en el contexto de la invasión de Ucrania, que se han articulado en agricultura y ganadería. El sector considera una discriminación haber sido excluidos de la devolución de los 20 céntimos de descuento para los combustibles que, sin embargo, sí reciben el resto de los productores.

En definitiva, toda esta problemática ha llevado a ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias a convocar una concentración frente al Ministerio de Agricultura para que se escuchen sus necesidades y preocupaciones y promover acciones que aseguren la supervivencia de la apicultura y de las miles de familias que viven de ella.