Alberto Rodríguez ha querido zanjar la polémica generada por las declaraciones de Celia Villalobos en 'la Opinión de Tenerife' asegurando que no le interesa entrar en un enfrentamiento de este tipo. El diputado canario reconoce que desde Podemos esperaban un rechazo de otros grupos políticos, pero no esperaba la repercusión que se ha generado.

"Es una falta de respeto que ya vivimos en la sesión inaugural del Congreso, donde confirmamos más de cerca de qué pasta está hecha esta gente", afirma Alberto.

Alberto Rodríguez, número uno de Podemos por Tenerife

Por otra parte, el diputado de Podemos asegura que "no es necesario que me llame ni que se disculpe, me da igual lo que haga", y deja claro que no piensa quitarse las rastas, las cuales lleva "desde hace cuatro años".

Ha atribuido "al circo político-mediático" la polémica sobre sus rastas y ha asegurado que no le interesan ese tipo de debates porque "hay mucha gente en este país que lo están pasando muy mal, que necesitan medidas urgentes, y en eso nos queremos centrar".

Alberto Rodríguez también ha valorado su famosa foto delante de Mariano Rajoy, de la que no esperaba que causara un revuelo tan grande. "Yo creo que su cara expresa claramente que no ha entendido que estamos en una nueva era política, en un tiempo nuevo, y que ahora el Congreso no es ya el coto privado de unos cuantos", añade.

Además, confiesa que tuvo una pequeña conversación con Celia Villalobos en el interior del Congreso, en el que la vicepresidenta de la Cámara no le hizo ninguna referencia a su peinado.

"Las declaraciones de determinadas personas que ya son conocidas por el tipo de cosas que dicen se califican solas", señala el diputado y añade que le da igual si Villalobos se disculpa o no, porque "estamos aquí para tratar de mejorar la vida de la gente".

En esa conversación, estuvieron hablando sobre las condiciones de los camareros. "Nosotros hicimos un comentario al respecto y ella, que estaba al lado, intervino en la conversación sacando pecho por las buenas condiciones de contratación que tenía el personal de la cafetería", explica Alberto.