Durante la comparecencia de Donald Trump, con motivo de su encuentro con el presidente de Rumanía, y ante el turno para la prensa, comenzó el fuego a discreción. A los periodistas les interesaba especialmente la declaración en el senado de James Comey, el exdirector del FBI.
Los periodistas tenían al presidente de Estados Unidos a apenas metro y medio, y no estaban dispuestos a conformarse solo con el tuit en el que Trump decía: "A pesar de tantas mentiras y declaraciones falsas, (me siento) completamente vindicado... y ¡guau! es un filtrador".
A él no le hizo ninguna gracia la pregunta y emplazó al periodista a un futuro no muy lejano, repitiendo el contenido del tuit: "No hubo colusión, no hubo obstrucción, es un filtrador". Pero el periodista insistió, y salió el nombre de Flynn y esa posible petición de lealtad.
Ante la pregunta Trump, saltó como un resorte: "Yo no dije eso". El presidente de Estados Unidos aguantó a duras penas la investida del periodista, pero al final dio carpetazo al asunto diciendo que Comey no ha dicho toda la verdad y que estaría dispuesto a declarar. De nuevo, Donald Trump dejó entrever que podría haber grabaciones, pero cuando el periodista le preguntó, la respuesta siguió sin convencerle.