La Casa Blanca ha informado a los responsables de la principal agencia de salud pública de Estados Unidos, el Centro de Control de Enfermedades (CDC), de que no podrá emplear una lista de palabras prohibidas, entre ellas "feto", "transgénero", "diversidad" o expresiones como "basado en pruebas" o "basado en la ciencia" en cualquier documento oficial que esté preparando con vistas a los presupuestos del año que viene.
Los responsables de política presupuestaria del CDC fueron informados de estas restricciones vía verbal, según fuentes del 'Washington Post', en un 'briefing' de 90 minutos.
Particularmente significativa es la eliminación de las denominaciones sobre orientación sexual o identidad de género, dado que son varias ya las agencias que están alterando la forma que tienen de recopilar información, por ejemplo, sobre la población LGBTQ.
Sin ir más lejos, la Seguridad Social de EEUU eliminó el pasado mes de marzo sus preguntas sobre orientación sexual en dos encuestas sobre la población jubilada, y ha borrado cualquier mención a la población LGBTQ de su web.
Según las fuentes presentes en la reunión, la encargada de informar a los responsables del CDC fue una destacada integrante de la Oficina de Servicios Financieros, Alison Kelly, quien no dio explicaciones sobre el motivo de la prohibición, y se limitó a explicar que su misión era simplemente el de trasladar el mensaje.
"La reacción de la gente fue de sorpresa absoluta. Era en plan '¿Estáis de broma?", han recordado las fuentes del 'Post', presentes en la reunión.
"No recuerdo en mi vida haber sufrido una restricción ideológica", asevera una de las fuentes. "Esta orden todavía no ha repercutido sobre nuestros expertos, pero no se van a quedar callados".