Hacía más de 80 años que la tierra no temblaba con tanta fuerza en la Anatolia. Los terremotos de más de 7 grados que sacudieron el sur de Turquía y el norte de Siria el pasado lunes ya se registran como el episodio de seísmos más mortal de las últimas ocho décadas en la zona.

Cerca de 30.000 personas han perdido la vida por los efectos de los temblores, de 7,8 y 7,5 grados, y sus centenares de réplicas, y el número de víctimas mortales podría aumentar exponencialmente en las próximas horas dada la improbabilidad de sobrevivir más de 72 horas bajo los escombros.

Los equipos de emergencia están trabajando a destajo y aún están hallando personas con vida entre las ruinas de los más de 6.000 edificios destruidos. Sin embargo, hay zonas a las que ni siquiera han podido acceder por la naturaleza orográfica de la zona y la nieve que aún pesa sobre el asfalto a temperaturas que alcanzan los -6ºC al caer la noche.

La situación es aún más crítica en Siria. El país, sumido en una guerra civil desde hace más de una década, apenas ha podido recibir ayuda humanitaria. Las autoridades de ambos bandos hacen un recuento deficitario de muertes mientras los vecinos de las zonas afectadas, desesperados, tratan de salvar a sus familiares arriesgando la suya propia.

Ni siquiera hallar supervivientes garantiza la vida en el país. Sin ayuda internacional, luz, ni agua potable, los heridos de los seísmos también sufren las consecuencias de un país que se desangra por la guerra. De hecho, unas cuatro millones de personas ya precisaban ayuda humanitaria antes del terremoto dentro de las fronteras sirias.

El terremoto de 1939, el mayor en la zona desde que hay registros

Es la tercera vez en un siglo que Turquía tiene que lamentar la pérdida de miles de sus ciudadanos por seísmos que superan los 7 grados. En 1999, el país fue víctima de un seísmo de 7,4 grados que causó la muerte de 17.000 personas.

El más mortal del país se produjo en 1939. Por entonces, más de 33.000 personas perdieron la vida tras sufrir una serie de seísmos que oscilaron en una magnitud de entre 7,1 y 8 grados a lo largo de la falla de Erzincan, al este del país.

El terremoto que ya suma decenas de miles de muertos en Turquía y Siria, es el seísmo más mortal en más de una década. En 2010, Haití fue objeto del terremoto más devastador desde que se tienen registros. Allí perdieron la vida más de 300.000 personas por un seísmo de magnitud 7.

En 1990, la vecina turca y siria Irán fue víctima del terremoto hasta ahora más mortal que se ha vivido en Oriente Medio, incluso superando las cifras de muertes que está provocando el del pasado lunes. En Manjil-Rudbar perdieron la vida alrededor de 35.000 personas por un seísmo de magnitud 7,4.

Las 10 provincias turcas afectadas, en 'estado de emergencia'

Desde este jueves, y durante los próximos tres meses, las 10 provincias turcas afectadas por los seísmos han entrado en 'estado de emergencia', designado para catástrofes naturales como la acontecida el pasado lunes.

Con el estado de emergencia, decretado por el presidente Recep Tayyip Erdogan, las autoridades turcas pueden imponer a los ciudadanos obligaciones monetarias, patrimoniales o laborales, e incluso limitar o suspender sus derechos.