La 'foto fija' publicada de una cámara de seguridad ya da idea de la violencia que siguió: hombres jóvenes — el mayor, 22; el menor, a punto de cumplir los 18— llevando a rastras a un lugar apartado a una chica. Siete contra una. Una con las defensas mermadas, además, pues habían quedado con ella con un plan trazado... que empezaba por emborracharla bien emborrachada.

"Un poco de asco... éramos como cien perros sobre una gata"

Así lo dejaron por escrito en el chat de grupo los detenidos. Que además arroja sórdidos detalles de aquella noche de julio en la que, admiten, actuaron como animales: "Me dio un poco de asco, la verdad, porque éramos como cien perros sobre una gata; pero qué se le va a hacer, la carne es la carne", escribió uno de ellos. No saciado con su turno, el líder de esta 'jauría' —que al parecer ya conocía a la víctima, la acosó y ya había intentado violarla— grabó con su móvil la violación grupal. Muy violenta, según los investigadores.

"Gritaba '¡basta, basta, basta!' y me gritaban '¡anda, que te gusta'", ha declarado ella. En un sádico detalle más, luego la dejaron tirada entre lágrimas... rehusando pedir una ambulancia hasta que la víctima, a duras penas, consiguió llamar a su novio. Apunta que en sus copas habría algo más que alcohol: "No logré decir nada más que dónde estaba y que necesitaba una ambulancia. Entonces me desplomé con el móvil en la mano, muy somnolienta...", refleja el atestado policial.

"Solidaridad con la enésima víctima de un sistema patriarcal y machista"

Mientras en las calles de Palermo se gritaba "¡ni una más!" en manifestaciones feministas solidarias, esta 'manada' intentó borrar pruebas —incluso enterrando alguno de sus móviles— pero tanto reenviaron los mensajes que los carabinieri no tardaron en dar con ellos.

"Detrás de esa violación no solo están esos chicos, hay todo un sistema basado en la masculinidad tóxica, en la opresión como práctica normalizada", puntualizan activistas italianas. Tan así que los autoconfesos "perros" violadores reaccionaron mal cuando la víctima hizo lo debía, denunciar: "Te lo juro, esta noche voy a buscarla por la calle y de un cabezazo le reviento la nariz", mensajeó uno de ellos.

Hoy tres de los siete miembros de esta manada/jauría intentan defenderse de nuevo ante el juez. Y la polémica ha saltado a la política, hasta el ultraderechista Salvini ha aprovechado para sacar a relucir uno de sus clásicos: la castración química. Se ve que para lograr rédito político sí existen las violencias machistas, que normalmente niegan.