Los eventos extremos se han multiplicado, y según los expertos, son consecuencia directa del cambio climático, que ha traído inesperadas y devastadoras inundaciones. En solo once días de lo que llevamos de septiembre ha habido ocho eventos extremos y miles de personas se quedaron atrapadas por las inundaciones.

La imagen de inundaciones se ha repetido por todo el mundo desde principios de septiembre. Estados Unidos, Libia, Hong Kong, España, Brasil y Grecia son algunos de los países afectados. En Libia, una tormenta ha dejado el oeste del país arrasado. Mientras, en España, decenas de pueblos están todavía sin agua por culpa de la DANA que sufrimos a principios de mes.

Álvaro Navarro, meteorólogo de laSexta, explica que "con el calentamiento global la temperatura del agua está cada vez más caliente, tenemos más evaporación y más agua disponible en la atmósfera y, por tanto, mayores episodios de lluvias extremas e inundaciones". "Esto se debe a que el ciclo del agua se ha intensificado", detalla.

Esto ha dado lugar a catástrofes naturales con daños incalculables y cifras de récord como los más de 1.000 litros que la borrasca Daniel dejó en algunos puntos de Grecia. O las más de 70.000 personas atrapadas en pleno desierto por unas precipitaciones repentinas. Es la imagen postapocalíptica que nadie esperaba que dejara el Burning Man, macrofestival cuyas claves son fuego y desierto.

Navarro señala que, además, "venimos de un época en la que todos los océanos han batido un récord de temperatura". "Hemos tenido efectos de eventos muy inusuales en un periodo de tiempo muy corto", agrega. Y los expertos advierten de que todo parece indicar que estos fenómenos van a ser cada vez más frecuentes.