Once días después de su fallecimiento, el cierre del homenaje a la reina Isabel II de Inglaterra culmina el día 19 de septiembre, en unfuneral de Estado en el que la Familia Real británica se despedirá de la monarca. No lo hará sola, sino que en torno a 2.000 personas estarán invitadas a acudir a la abadía de Westminster para asistir a la misa en la que se cierra un ciclo que ha durado dos semanas. Ahora bien, para poder entrar en la abadía hace falta estar en una lista de invitados que ha elaborado la propia Casa Real y que engloba no solo a sus familiares, sino también a otros miembros de la realeza de todo el mundo, así como presidentes de diferentes Gobiernos y representantes de muchos Estados.

Entre los que sí han sido invitados se encuentran, por ejemplo, los reyes eméritos españoles, Juan Carlos I y Sofía, que han confirmado su asistencia. No obstante, hay algunas figuras relevantes que han sido descartadas y que no podrán acudir al acto, al no ser bienvenidos, por diferentes razones. En total son seis los países que no han sido invitados al funeral:

  • Afganistán
  • Siria
  • Myanmar
  • Rusia
  • Bielorrusia
  • China

Fuentes del Gobierno británico confirmaron a Reuters que la principal razón por la que ni Vladimir Putin ni Aleksandr Lukashenko ni representantes de sus países podrán acudir a la ceremonia. ¿La causa? La guerra de Rusia y Ucrania. Reino Unido y el resto de países occidentales aliados han tratado de aislar tanto a Moscú como a Minsk, por su cercanía con la postura rusa —parte de la invasión a Ucrania se lanzó desde territorio bielorruso—, a base de sanciones económicas y otras medidas, en respuesta a la invasión por parte de Rusia a Ucrania, que se extiende ya por cerca de siete meses. Dada estas circunstancias, y las prácticamente congeladas relaciones diplomáticas entre Rusia y Reino Unido, ni siquiera el propio Putin había "considerado" acudir a la cita, tal y como indicó un portavoz del Kremlin a la BBC.

Por su parte, Myanmar y el Ejército birmano también están sujetos a sanciones impuestas por Reino Unido, que ha venido aumentando su apoyo a la comunidad 'rohingya' del país, objeto de un proceso de limpieza étnica por parte de las autoridades nacionales. Asimismo, la presencia británica en el país ha ido mermando desde el golpe de Estado que tuvo lugar a principios de 2021: tras la victoria, en noviembre de 2020, de la Liga Nacional para la Democracia (NLD) —el partido al que pertenece Aung San Suu Kyi—, tanto la oposición como el Ejército se manifestaron en contra de los resultados. En febrero, los militares de la antigua colonia británica asumieron el poder del país, declarando el estado de emergencia y deteniendo a los principales dirigentes de la NLD.

Una pegatina pidiendo la liberación de Suu Kyii cerca de la residencia del embajador birmano en Londres

La ausencia de relaciones diplomáticas es también la causa de la decisión de no invitar a otros países como Siria o Venezuela. Debido a "las atrocidades cometidas por el régimen de [Bashar al] Asad contra el pueblo sirio", Reino Unido suspendió todos los servicios consulares en Damasco y retiró a todo su personal diplomático en 2012 para, el año pasado, imponer sanciones económicas a seis aliados del dirigente sirio. Tras el periodo de transición del Brexit, Londres incluyó en esta lista de afectados a dos miembros del régimen —el ministro de Exteriores y la asesora del presidente—, al empresario de una compañía de seguridad privada que, según denuncian los países occidentales, actúa como fachada de Asad y su esposa para ampliar su patrimonio personal; y a otros tres empresarios y militares.

Con Venezuela, las relaciones diplomáticas se agriaron después de una disputa entre Caracas y el Banco de Inglaterra, por bloquear el acceso a las reservas de oro del país latinoamericano. La relación empeoró cuando Londres llegó a reconocer al autoproclamado presidente interino Juan Guaidóen lugar de a Nicolás Maduro.

Entretanto, las relaciones de Reino Unido con Afganistán han variado considerablemente desde que lostalibanes se hicieron con el control del país en agosto de 2021. Las tropas británicas abandonaron el país a finales de aquel mes, tras dos décadas de participación militar en suelo afgano, y el personal de la Embajada fue evacuado y trasladado, de manera temporal, a Qatar. Si bien en octubre altos cargos del Gobierno británico se reunieron con altos mandos de la cúpula talibán, tal y como contó entonces la BBC, la situación que vive el país es la causa por la que ningún representante de Kabul acudirá al funeral.

Mientras tanto, la situación con China ha estado también tensa: el jueves el diario británico 'The Guardian' aseguraba que el ministro de exteriores británico no sabía que el presidente chino, Xi Jinping, había sido invitado al funeral de Estado de la reina Isabel II. No obstante, todo apunta a que el mandatario chino había sido incluido en la lista de invitados aunque nunca se había esperado su asistencia. Según 'Politico', el titular de la cartera le aseguró a alguien del Ministerio que la invitación solo se había enviado al embajador, pero luego la institución aclaró que, efectivamente, había sido invitado.

Pekín acusa a Reino Unido de mentir y desinformar sobre China y los uigures

No obstante, el presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, se negó a autorizar a una delegación del Gobierno chino para que asistiera a la ceremonia en Westminster Hall, según la BBC. Esto se debe a las sanciones chinas contra cinco miembros del Parlamento (y otros tantos ciudadanos británicos). Las sanciones del gigante asiático, impuestas por propagar "mentiras y desinformación" sobre el país, se aprobaron en respuesta por las medidas tomadas por el propio Gobierno británico contra Pekín, por abusos de los Derechos Humanos contra la minoría musulmana uigur. Aun así, y aunque el Gobierno chino no pudiera acudir a la capilla ardiente, el vicepresidente chino Wang Qishan sí ha confirmado su asistencia al funeral, en calidad de "representante especial" del mandatario chino, Xi Jnping.

Nicaragua y Corea del Norte sí, pero sin sus jefes de Estado

Por otro lado, Corea del Norte y Nicaragua sí han recibido invitaciones para acudir a la ceremonia, aunque no fueron enviadas a sus jefes de Estado, sino a los embajadores. Al contrario que hacia Corea del Norte, Reino Unido no había emitido hasta la fecha ningún comentario condenando al país latinoamericano; y si bien el propio Daniel Ortega envió una carta al rey Carlos III para celebrar una "nueva etapa en su vida al servicio del pueblo", sin dejar de mencionar los "días de gran duelo" que estaban viviendo tras la muerte de Isabel II, el mandatario nicaragüense no ha recibido ninguna invitación formal al funeral, al que sí podrá acudir el embajador.

Aunque Reino Unido ya está fuera de la Unión Europea, es pertinente mencionar que los 27 adoptaron recientemente nuevas sanciones contra el círculo de Ortega por la deriva autoritaria del régimen, sanciones que recibieron el apoyo explícito de Londres, que quiso llamar a Nicaragua "a cumplir con sus obligaciones internacionales y a respetar los Derechos Humanos de sus ciudadanos, poniendo fin a la represión".