En una medida similar a la ya adoptada por Estados Unidos, el Reino Unido obligará a facturar esos ordenadores, teléfonos y tabletas, que sean de mayor tamaño que el de un "smartphone", a los pasajeros que procedan de Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudí.

"La seguridad de los ciudadanos que viajan es nuestra mayor prioridad. Por eso mantenemos nuestra seguridad en la aviación bajo constante revisión y adoptamos medidas que creemos son necesarias, efectivas y proporcionadas", señaló hoy un portavoz del Gobierno.