"Quien haya comprado droga en las últimas 24 horas, que la descarte". Esta es la inusual advertencia que ha tenido que hacer el ministro de Seguridad de Buenos Aires, después de que 23 personas hayan fallecido y más de 70 estén hospitalizados debido al consumo de cocaína adulterada.
Este hecho ha provocado una verdadera crisis de salud pública en la capital argentina. Los familiares están destrozados y cargan sus iras contra la Policía, a la que acusan de no actuar contra los mafiosos que venden estas sustancias porque están "comprados".
En declaraciones al canal de noticias TN, el fiscal general a cargo de la investigación en el departamento bonaerense de San Martín, Marcelo Lapargo, ha afirmado que hasta ahora desconocen con qué sustancia está adulterada.
"Este hecho es absolutamente excepcional, no tenemos ningún antecedente, lo cual lleva a pensar que alguien la ha incluido (la otra sustancia) intencionalmente. No es un error en el procesamiento del material, o no parece serlo", aseveró Lapargo.
Es decir, la fiscalía cree que la sustancia ha podido ser envenenada como resultado de una guerra entre bandas.
"Puede ser un ajuste de cuentas, pero es conjetural. Digo que esto es absolutamente excepcional, no es algo que suceda habitualmente para que pueda compararlo con otro caso y decirle 'esto es lo que pasa en un ajuste de cuentas entre bandas', porque no tenemos antecedentes", ha expresado.
El riesgo para la salud es serio: varios sufren convulsiones y ataques al corazón y las autoridades piden que, si han consumido drogas y sienten dificultades respiratorias, que se presenten en un hospital.
"Acudir a un establecimiento de salud de inmediato si presenta dificultad para respirar en aumento o tendencia al sueño en caso de haber ingerido cocaína en las últimas 24 horas", asevera una misiva del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
Hasta ahora, la Policía bonaerense ha detenido a diez personas, todas ellas relacionadas a la presunta venta del estupefaciente adulterado, y se han realizado más de 20 allanamientos con más de 1.500 agentes movilizados en todo el territorio.
Mientras las autoridades avanzan en la identificación de la sustancia y en su confiscación, el fiscal Lapargo también se ha sumado al llamamiento para no consumirla si se está en posesión de ella.
"Nuestra angustia hoy es poderlo comunicar de tal manera que los que estén en posesión de este veneno sepan que no lo tienen que consumir, que pare esta oleada de daño a la salud", ha asegurado.