La guerra entre Rusia y Ucrania ya ha estallado. Esta madrugada Moscú ha atacado a una veintena de ciudades ucranianas, unas explosiones que ya han dejado decenas de muertos. Llegados a este punto, se nos plantean varias preguntas. ¿Hasta dónde es capaz de llegar Rusia? ¿Y la OTAN? ¿Cuál fue el último conflicto de esta índole en Europa?

Maximiliano Fuentes Codera, doctor en Historia Contemporánea y profesor en la Universitat de Girona, cree que habría que remontarse hasta la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, asegura que este conflicto entre Ucrania y Rusia poco tiene que ver con ella. También cita a las guerras yugoslavas: "Las guerras yugoslavas son comparables pero es un conflicto interno que asume formas de guerra civil. En este caso es la intervención de una potencia sobre un territorito soberano. Ya veremos cómo se soluciona pero aparentemente todo apunta a que otras potencias mundiales intervendrán para defender el territorio. No me atrevería a decir otra cosa".

Así, el experto insiste en que el conflicto Ucrania-Rusia tiene poco que ver con las guerras mundiales. En el caso de las Primera Guerra Mundial, Ucrania es como otros territorios europeos: "Un lugar donde renace un nuevo nacionalismo, que reivindica un estado propio durante el final de la guerra. Pasa por el proceso en la guerra civil rusa en la que existe un estado ucraniano que dura cuatro años. Queda divida en lo que será la Unión Soviética y Polonia. La Bucovina de Rumanía, digamos".

Sin embargo, el doctor de Historia Contemporánea señala que hay que analizar este conflicto como lo que es: una guerra de propaganda. Por ello cree que hay que ponerse en la piel de los ucranianos y recuperar su memoria como pueblo. Señala que en algunos territorios de la parte más europea de Ucrania sí que queda el recuerdo del ruso como invasor o como una amenaza. "Durante la Segunda Guerra Mundial se produce la ocupación de Ucrania por la Alemania nazi como un proceso profundamente cuestionable y que está detrás de las evidencias: el ejército ucraniano está vinculado a una ideología fascista. Una parte de la población de Ucrania colabora con las tropas nazis por el rechazo a lo ruso: por las deportaciones, por los arrestos masivos, por la hambruna total resultante de la política soviética en los territorios de Ucrania y el nacionalismo ucraniano, concebido como la antítesis a lo ruso".

Así se justifica la identificación de Putin con los nazis ucranianos, señala el experto. "Una especie de recuperación de la retórica de la Segunda Guerra Mundial. Pero la cuestión no pasa por aquí, no es fascismo o antifascismo". Para Fuentes lo importante son las consecuencias de la guerra fría: los acuerdos de París de los años 90. Lo que está en discusión para Putin es esto. Nadie quiere ser el que inicia la guerra. Todos plantean que están siendo atacados, incluido Putin, señala.

"Desde el punto de vista de Putin, Rusia ataca porque lo considera una injerencia de la OTAN al no respetar los acuerdos de París", apunta Fuentes. Según estos acuerdos, que tuvieron lugar tras la Guerra Fría, la OTAN no pretendería influir sobre territorios exsoviéticos, como era Ucrania". Desde el punto de vista de la OTAN, de Estados Unidos y de la Unión Europea, prosigue Fuentes, se considera que ha tenido lugar una injerencia de Rusia "en territorios soberanos, como es el caso de Ucrania".

¿Cuánto podría durar el conflicto Ucrania-Rusia?

Maximiliano Fuentes Codera no se atreve a augurar una fecha de fin a este conflicto y tira del ejemplo de la Primera Guerra Mundial. "Si recuperamos la Primera Guerra Mundial, todo el mundo creía que el conflicto se iba a terminar en unos mese se acababa y que en Navidad se acabaría. La realidad es que duró 4 años".

El experto cree que el quid de la cuestión es hasta dónde llegarán las represalias de Europa y Estados Unidos, si las hay. "Si siguen una política como los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Es decir, de apaciguamiento y de intentar contentar a Putin o si deciden plantarse. También podrían optar por sanciones más fuertes e incluso una intervención militar de potencias que cambiaría todo el mapa político. Iríamos a territorio desconocido". En este sentido, señala que China no parece que intervenga. Sin embargo, cree que es un proceso todavía abierto y que, en el caso de que Rusia pueda ocupar una parte de Ucrania se abriría la puerta a otros conflictos mundiales: "Como puede ser China y Taiwán".