Continuidad del Gobierno en la Iglesia

Qué pasa cuando muere un papa

Descubre el proceso que se lleva a cabo cuando un Papa fallece, desde la confirmación de la muerte hasta la elección de su sucesor, y cómo se garantiza la continuidad del gobierno de la Iglesia Católica.

Vista general de la Plaza de San Pedro en el Vaticano

Cuando un papa fallece o, como en el caso poco común del papa Benedicto XVI, renuncia, el mundo católico se sumerge en un solemne ritual que combina tradición, espiritualidad y un toque de misterio. Desde la confirmación del deceso o la aceptación de la renuncia hasta la elección de un nuevo líder espiritual, la Iglesia católica lleva a cabo una serie de ceremonias y eventos que no solo honran al papa saliente, sino que también garantizan la continuidad del gobierno eclesiástico.

Con la muerte o renuncia se inicia un proceso llamado 'sede vacante' (silla vacía), que se prolonga hasta que se elige la un sucesor. Esto es precisamente lo que se ha activado tras el fallecimiento de Jorge Bergoglio, el papa Francisco I, que ha muerto a los 88 años después de varios meses de idas y venidas hospitalarias. A continuación, detallamos algunos de los pasos generales que se siguen en este proceso:

Confirmación de la muerte del papa

El médico personal del papa es el encargado de confirmar oficialmente su muerte. Aunque la práctica ha cambiado a lo largo del tiempo, actualmente, el médico sigue los protocolos médicos estándar para determinar y confirmar la muerte, como verificar la ausencia de signos vitales y la falta de respuesta a estímulos.

En el pasado, había un ritual particular asociado con la confirmación de la muerte de un papa. Se utilizaba un martillo de plata o un objeto similar para golpear suavemente la frente del papa mientras se le llamaba por su nombre de nacimiento en tres ocasiones. Si no había respuesta, se declaraba que el papa había fallecido.

Preparativos funerarios

El cuerpo del papa fallecido se embalsama y se viste con sus vestimentas litúrgicas, que incluyen la sotana blanca, el solideo (un pequeño sombrero blanco) y la estola (una banda de tela que se usa alrededor del cuello).

Luego, el cuerpo es colocado en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, donde los fieles, los líderes de otros países y religiones, así como otros dignatarios, pueden rendirle homenaje durante varios días.

Además de la exposición pública del cuerpo, se llevan a cabo vigilias de oración y misas en la Basílica de San Pedro y en iglesias de todo el mundo para conmemorar al papa fallecido y orar por su alma.

Funeral y periodo de luto

Se lleva a cabo un funeral solemne, que generalmente tiene lugar entre el cuarto y el sexto día después de la muerte del papa. El funeral es presidido por el decano del Colegio de Cardenales y se celebra en la Basílica de San Pedro.

La Iglesia católica observa un período de luto de nueve días, conocido como novemdiales. Este período también incluye una serie de misas conmemorativas y eventos litúrgicos en la Basílica de San Pedro y en otras iglesias importantes. Estas misas suelen ser presididas por cardenales y otros miembros del clero de alto rango y ofrecen una oportunidad adicional para rendir homenaje al papa fallecido y orar por su alma.

Congregaciones generales, Cónclave y fumata

Durante la 'sede vacante', el Colegio de Cardenales se reúne en congregaciones generales para discutir asuntos relacionados con la Iglesia y prepararse para el Cónclave.

El Cónclave es el proceso de elección del nuevo papa. Los cardenales electores (aquellos menores de 80 años) se reúnen en la Capilla Sixtina para votar en secreto. Se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo papa. La votación continúa hasta que se alcance la mayoría necesaria y se elija un nuevo papa.

Después de que los cardenales electores hayan elegido al nuevo papa mediante votación secreta en el Cónclave, se lleva a cabo un ritual conocido como la "fumata" para informar al mundo sobre el resultado de la elección.

Durante la fumata, se queman las papeletas de votación en una estufa especialmente instalada en la Capilla Sixtina. Se añade un producto químico para cambiar el color del humo que sale de la chimenea: si el humo es negro ("fumata nera"), indica que aún no se ha elegido un nuevo papa; si el humo es blanco ("fumata bianca"), significa que un nuevo papa ha sido elegido.

Una vez que se ve la fumata blanca, la multitud reunida en la Plaza de San Pedro espera con entusiasmo el anuncio oficial.

Anuncio del nuevo papa

Una vez que se ha elegido al nuevo papa y este ha aceptado la elección, se anuncia a la multitud reunida en la plaza de San Pedro con las palabras en latín Habemus papam ("Tenemos un papa"), seguido del nombre de pila del cardenal electo y el nombre papal que ha elegido. Este anuncio lo hace el cardenal protodiácono, que es el cardenal diácono de mayor rango.

Después del anuncio, el nuevo papa se viste con las vestimentas papales en la llamada Sala de las Lágrimas, un pequeño espacio situado detrás de la Capilla Sixtina, donde se prepara para su primera aparición pública como pontífice.

A continuación, el nuevo papa aparece en el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde saluda a la multitud y ofrece su primera bendición apostólica urbi et orbi (a la ciudad [de Roma] y al mundo). Este momento marca el inicio oficial de su pontificado.

En febrero de 2013, el papa Francisco, en lugar de dar su primera bendición apostólica desde el balcón de la Basílica de San Pedro, antes pidió a la multitud reunida en la plaza de San Pedro que rezara por él y por su ministerio. Esto marcó un tono de humildad y cercanía con el pueblo que ha caracterizado su pontificado.

Inauguración del pontificado

El nuevo papa es entronizado en una ceremonia solemne en la Basílica de San Pedro, donde recibe los símbolos papales y celebra su primera misa como líder de la Iglesia católica. La ceremonia se celebra generalmente dentro de un plazo de dos a tres semanas después de la elección del nuevo pontífice.