La periodista E. Jean Carroll ha acusado públicamente al expresidente Donald Trump de violarla hace casi 30 años y ha interpuesto una denuncia por la vía civil en un tribunal de Nueva York tras abrirse un periodo especial en el estado para buscar justicia por delitos sexuales que habían prescrito.

Acogiéndose a la Ley de Supervivientes Adultos de Nueva York, que ha entrado en vigor este jueves, la autora pide someter al exmandatario a un juicio con jurado por un delito de lesiones relacionadas con una "violación y tocamiento a la fuerza". Además, solicita que le compense por los daños con una cantidad sin determinar.

Carroll, de 78 años, ya mantiene una batalla legal por difamación contra Trump, de 76, después de que este negara haberla violado y hubiera pronunciado "falsas acusaciones" y comentarios sobre ella, algunos sobre su aspecto, primero cuando publicó su relato en un libro y en un artículo de una revista, en 2019, y de nuevo este año.

La nueva denuncia incluye ese delito de difamación y solicita que se Trump se retracte. En su cuenta de Twitter, la autora ha puesto un enlace a la nueva demanda y ha declarado que su acción quizás "arruine el Día de Acción de Gracias del expresidente, pero será nutritiva para toda mujer que ha sido agarrada, manoseada, acosada, pellizcada, empujada, agredida, desprestigiada o arrastrada por el barro por un hombre poderoso".

El relato de los hechos

"Hace unos 27 años, unas bromas juguetonas en los grandes almacenes de lujo Bergdorf Goodman en la Quinta Avenida de Nueva York dieron un giro oscuro, cuando el acusado Donald J. Trump interceptó a la denunciante E. Jean Carroll, la forzó contra la pared de un probador, la bloqueó en el sitio con el hombro y la violó", comienza el documento de la denuncia.

Esta detalla el relato de la escritora, que tenía 52 años en el momento de la presunta violación, y cómo después se lo contó a dos amigas que eran periodistas, se culpó por lo sucedido, decidió no acudir a la policía por temor al poder del magnate y al rechazo social por ser una "víctima", y guardó silencio hasta que estalló el movimiento 'Me Too'.

Asimismo, revela que pensó en acusar a Trump en 2016, cuando vio que otras mujeres denunciaban hechos similares por parte del entonces candidato a la Casa Blanca, pero no lo hizo por respeto a su madre, una política republicana a la que le quedaban meses de vida, y la posibilidad de que su relato favoreciera una imagen de "macho" entre sus seguidores.

El documento destaca que Carroll ha sufrido como consecuencia unos perjuicios psicológicos y económicos duraderos, incluyendo una "pérdida de dignidad y autoestima", no ha sido capaz de tener una relación romántica "desde el día en que Trump la violó", no ha "tenido sexo con nadie desde ese periodo" y le ha resultado difícil "confiar en los hombres".