La capital francesa,
al igual que había pasado momentos antes con Amsterdam a la hora de elegir sede
de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, acrónimo en inglés), resultó
elegida por sorteo, pues en la tercera y última ronda de votaciones había
quedado empatada a 13 puntos con Dublín, indicaron fuentes comunitarias.
En la segunda ronda,
Fráncfort, la principal favorita, había quedado fuera de la carrera al obtener
sólo 4 puntos frente a los 13 logrados por Dublín y los 10 de París.
Los países podían
otorgar en la primera ronda 3, 2 o 1 punto a su candidata favorita, pero sólo
un punto en la segunda y tercera ronda.
Hasta ahora Fráncfort
(Alemania), sede del Banco Central Europeo, era en las apuestas la predilecta
para albergar la EBA.
La EBA, que cuenta
con 159 empleados, se encarga de garantizar un nivel efectivo y coherente de
regulación y supervisión en todo el sector bancario europeo.
Sus objetivos
generales son mantener la estabilidad financiera en la UE y velar por la
integridad, la eficiencia y el correcto funcionamiento del sector bancario.
Francia contaba ya
con cuatro agencias de la UE, dos de ellas en la capital: Oficina Comunitaria
de Variedades Vegetales (en Angers), la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea
(Valenciennes), la Autoridad Europea de Valores y Mercados (París) y el
Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea (París).
A continuación, la
Comisión Europea deberá preparar sin tardanza las propuestas legislativas para
los traslados, que necesitarán el visto bueno final de los países y la
Eurocámara.