"Hace una semana, Michelle Obama volvió a casa, pero para asistir al funeral de nuestra querida Hadiya. Lo que le pasó a Hadiya, desafortunadamente, no es algo aislado, pasa a menudo", explicó Obama. Hadiya Pendleton, de 15 años, fue asesinada cuando estaba con unos amigos en un parque de Chicago y un hombre armado abrió fuego contra el grupo de jóvenes, pocos días después de que la chica participara en Washington en la ceremonia de investidura del segundo mandato de Obama.
"Los asesinatos en Chicago en el pasado año equivalen a un Newtown cada cuatro meses", agregó en referencia a la masacre del colegio de Newtown (Connecticut) del pasado mes de diciembre. Chicago, la ciudad que Obama considera su hogar, registró en 2012 535 homicidios por arma de fuego.
"Los estadounidenses están pidiendo propuestas sensatas para hacer que sea más difícil conseguir armas", afirmó en un acto con jóvenes en el barrio de South Side de Chicago. Entre sus propuestas, que deben ser aprobadas por el Congreso, el mandatario ha incluido la instauración de registros universales de antecedentes y la prohibición de determinados modelos de fusiles y cargadores de alta capacidad.
"En muchos barrios de Chicago los jóvenes tienen la sensación de que su vida puede terminar en la próxima esquina y no tienen ejemplos de que puedan tener éxito en la vida. Eso significa que no se trata de un problema de armas, es un problema social", precisó el mandatario. Obama señaló que además de las leyes de control de armas debe fomentarse una mayor participación comunitaria y mejorar las condiciones económicas de los barrios más depauperados.
Pese a que tras la masacre de Newtown las encuestas muestran una mayor predisposición de la ciudadanía a aumentar los controles sobre las armas, las propuestas de Obama se enfrentan a la firme oposición de grupos como la Asociación Nacional del Rifle, que consideran que viola el derecho constitucional a tener armas que consagra la Segunda Enmienda.
Precisamente, el pasado martes, durante el tradicional discurso del Estado de la Unión, el momento más aclamado fue en el que el presidente se refirió a que las víctimas de violencia de armas "merecen un voto" al pedir medidas "sensatas" para el control de armas.