El gobierno ha cumplido su amenaza y ha comenzado el asalto tras una violentísima jornada. 9 personas, 7 de ellos manifestantes y 2 policías, han muerto en los duros enfrentamientos y hay cerca de 200 heridos. Los manifestantes levantan barricadas con neumáticos y madera para intentar contener a los antidisturbios, dispuestos a poner fin a las protestas.