Alivio y emoción tras la búsqueda desesperada de los pequeños entre los escombros del colegio destruido por el tornado de Oklahoma.

Los padres de los menores se sienten afortunados por poder volver a ver con vida a sus hijos, y se lo agradecen a sus cuidadores, que hicieron lo que pudieron para poner a resguardo a los niños.

Y es que cientos de alumnos se encontraban en las aulas cuando el tornado se las llevó a su paso. Los profesores, tuvieron tiempo para llevar a los niños al cuarto de baño y resguardarse allí.

Los menores aseguran que solo podían escuchar un terrible pitido, gritos y cruijidos. Luego, el techo se cayó y la lluvia y el barrio les empapó.Una maestra utilizó su cuerpo como escudo humano, salvando la vida de seis menores.

Menos suerte tuvo una familia que compraba en un supermercado, el tornado se les llevó literalmente por delante.

Impotencia y rabia es lo que sienten los dueños de las casas que han quedado reducidas a la nada. Para sobrevivir, cuenta un afectado, se metieron en el sótano, pero el tornado les cubrió de escombros y les lanzó lejos de la vivienda.

Ahora, a los habitantes de Oklahoma solo les queda rebuscar sus pertenencias entre los amasijos que antes eran su hogar.