Desde Nvidia a SanDisk
El mundo tecnológico respira aliviado (de momento) por la excepción arancelaria de Trump a los productos electrónicos
El contexto La Administración Trump anunció este sábado que eximía de los aranceles que había impuesto previamente a semiconductores, equipos informáticos, dispositivos de comunicación y de almacenamiento.

Donald Trump quiere hacer 'América grande otra vez' -'Make America Great Again', para los más 'yankees'-, y de paso dominar el mundo. Las pretensiones están claras, lo que no parece tanto es el modo. Tras desatar una guerra comercial a nivel global mediante la imposición de aranceles que ha sacudido los mercados bursátiles del mundo, el presidente de Estados Unidos (EEUU) ha ido dando marcha atrás.
Primero, impuso tasas a productos importados de sus vecinos México y Canadá para productos como el acero, el aluminio o los automóviles. Más tarde, amplió el arancel para todos sus socios comerciales, a los que después se sumaron lo que ha llamado "aranceles recíprocos". El caos estaba servido, pero Trump podía generar más incertidumbre.
Tras establecerlos, anunció una pausa de 90 días todavía vigente, al menos por el momento. Cuando los brazos desde gran parte del mundo se extendían para emprender negociaciones y frenar la política arancelaria de Trump, él mismo parece que ha ido dando marcha atrás con el anuncio de este sábado. Exime de tasas a componentes electrónicos.
Gigantes aliviados
Una decisión que, si bien no se ha confirmado correlación, llegaba pocas horas después ese primer encuentro de entendimiento que mantuvo con autoridades taiwanesas. Precisamente, en Taiwán se ubica TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), el mayor fabricante mundial de semiconductores, pero también Pegatron y Wistron, ambas dedicadas al ensamblaje de dispositivos electrónicos para marcas internacionales como Apple.
Estas, sin embargo, no son las únicas empresas beneficiadas por el nuevo anuncio del republicano, que ya ha adelantado no ofrecerá más detalles sobre ello hasta el próximo lunes. De esta manera, otras compañías que podrían estar respirando cierto alivio son Apple, Nvidia y Qualcomm, para las que TSMC produce chips.
Otro de los gigantes que mira con buenos ojos esta última marcha atrás de Trump es Foxconn (Hon Hai Precision Industry Co., Ltd.). Se trata de una multinacional taiwanesa, pero que cuenta con vastas operaciones en China, convertida en el mayor fabricante de componentes electrónicos a nivel mundial, así como en el principal ensamblador de productos para empresas como la precitada Apple, o Sony y Microsoft.
Más allá de los chips
Tanto TSMC como Foxconn son grandes exportadoras de EEUU, si bien existen otras compañías fabricadoras de semiconductores que aunque exportan en menor medida también se van a ver beneficiadas por el último anuncio del republicano. Entre ellas, se encuentran las norteamericanas Intel, NVIDIA y Qualcomm, pues muchos de sus productos se fabrican fuera de territorio americano.
Eso sí, no solo son los componente electrónicos y semiconductores productos eximidos de los nuevos aranceles, sino que también lo están los equipos informáticos y electrónicos como máquinas automáticas para procesamiento de datos o aquellas que sirven para la fabricación de los ya abordados semiconductoras; dispositivos de comunicación como smartphones o aparatos para transmisión o recepción de voz, imágenes u otros datos; así como medios de almacenamiento y multimedia entre los que se incluyen discos, cintas y demás soportes para grabación o monitores de pantalla plana.
Por ello, empresas como Dell Technologies, HP Inc, Lenovo, ASUS y Acer por ser fabricantes de ordenadores o soluciones de almacenamiento se suman a esta lista de beneficiados; como también lo hacen otras como Samsung Electronics, Huawei Technologies, Cisco Systems, Ericsson y Nokia como productoras de dispositivos de comunicación; mientras que Sony Corporation o SanDisk lo hacen por ser especialistas en CDs y DVDs, y en memorias de almacenamiento, respectivamente.
En este punto, sin embargo, cabe destacar que muchas de ellas producen en China con la que EEUU se encuentra en un momento de creciente tensión después de la imposición de un 145% sobre todos los productos chinos que fueran a importase a territorio americano. Medida a la que China no dudó en responder bajo la ley del talión imponiendo un 125% de tasa a los productos americanos exportados al gigante asiático.