La mujer, Alyssa García,
de 27 años, compareció ante un juez que le imputó el delito de tentativa de
incendio en un edificio residencial y le impuso una fianza de dos millones de
dólares a la espera de determinar las causas de la muerte del pequeño Manuel.
Los hechos ocurrieron el
martes, según la versión de los fiscales recogida en el Chicago Tribune, cuando
García, con la ayuda de un adulto (Christian Camarena, 19) y de un joven de 17
años trasladaron el cuerpo del pequeño en el maletero de un vehículo hasta el sótano
de un edificio abandonado en el que le prendieron fuego.
Los tres fueron
detenidos al huir corriendo del fuego, que fue apagado por los Bomberos. De
acuerdo con los testigos presentados por los fiscales, el pequeño Manuel sufrió
un calvario antes de morir ya que vivía encerrado en el cuarto de las
bicicletas entre orines y excrementos y su madre apenas lo alimentaba.
Esos mismos testigos,
presumiblemente vecinos, relataron que el niño solía gritar repetidamente
"dejadme salir", aunque García ignoraba el llanto. En un principio,
por su tamaño, los investigadores creyeron que se trataba de un bebé de nueve
meses en lugar de un niño de cuatro años, explicó la fiscal asistente Jamie
Santini en la comparecencia.
Santini narró que al
percatarse García de que Manuel estaba muerto decidió deshacerse del cuerpo
porque temía que los servicios sociales le quitaran la custodia de sus otros
cinco hijos, entre ellos dos gemelos recién nacidos.
Los servicios sociales
ya le habían abierto dos investigaciones, la última en febrero de este año. En
la primera, en 2012, se llevaron a los cuatro hijos que tenía en ese
entonces, incluido Manuel, mientras ella tomaba un curso de maternidad.
Candice Pérez, la madre
de Camarena y vecina de García, explicó al "Chicago Tribune" que ella
y su hijo tan solo trataban de ayudar a los muchachos y lamentó no haber
informado la situación en la que vivían. "Somos tan culpables como
cualquier otra porque de haber llamado a los servicios sociales, ¿esto habría
pasado? Probablemente no", admitió la mujer. Los servicios sociales se
hicieron cargo finalmente de los cinco hermanos de Manuel, que se encuentran en
buenas condiciones.