Las fuertes lluvias que azotan el estado de Pernambuco, al nordeste de Brasil, dejan ya al menos 79 muertos desde el pasado martes, mientras las previsiones apuntan a más precipitaciones en los próximos días.

Además, 56 personas continúan desaparecidas y 25 han resultado heridas, mientras que hay 3.957 sin cobijo y 533 han sido desalojadas, según el último balance ofrecido por el gobernador, mientras las autoridades han instado a evacuar a 32.000 familias que viven en zonas de riesgo.

Del total de fallecidos por los deslizamientos e inundaciones, al menos 30 se registraron el sábado en la región metropolitana de Recife, la más afectada por el temporal que castiga el nordeste del país sudamericano desde comienzos de la pasada semana.

Un panorama desolador

El episodio más trágico tuvo lugar en el barrio Jardim Monte Verde, limítrofe entre Recife, capital del estado, y Jaboatao dos Guararapes, donde 20 personas murieron cuando un alud de tierra se llevó por delante decenas de viviendas construidas sobre pequeñas colinas.

La situación este domingo era de desolación. Reginaldo Ramos sobrevivió a la tragedia, pero perdió a 11 parientes, entre ellos a su hija de 31 años. "Yo y mi esposa estábamos en la cocina y conseguimos ser rescatados, porque solo nos enterró la parte de abajo de nuestro cuerpo. Mi hija estaba en la habitación y quedó completamente sepultada", relataba, todavía en shock.

"Lo perdí todo, pero lo más importante es mi hija, que sigue soterrada. Hablé con el teniente de los bomberos y le mostré donde está, pero el acceso es difícil", lamentó este ciudadano, que vive en la zona desde hace tres décadas.

Los bomberos, el ejército y los vecinos, principalmente jóvenes, proseguían con las búsqueda mientras la lluvia volvía a castigar la región tras una pequeña tregua, y al menos una persona fue localizada sin vida en Jardim Monte Verde. Mientras algunos vecinos buscaban cuerpos entre el lodazal, otros, entre lágrimas, retiraban de sus hogares lo poco que quedó de una tempestad nunca vista.

El presidente de la Asociación Vecinos de Jardim Monte Verde, Elvio Miranda, alertó del riesgo de nuevas e inminentes "tragedias" en la zona si las autoridades regionales no desalojan de forma definitiva a las familias que viven en esta barriada humilde. "Hay que retirar a las familias de las áreas de riesgo y encontrarles nuevas viviendas, porque si no, van a ocurrir muchas tragedias en Recife. Hay un riesgo inminente y la probabilidad de que ocurran otras tragedias es grande", afirmó.

El alcalde de Recife, Joao Campos, calificó la situación de "extremadamente desafiante" y señaló que el fenómeno meteorológico "es completamente atípico" en esa época del año. "Infelizmente, es el mayor desastre de los últimos 50 años registrado en la región metropolitana de Recife", resaltó Campos.

Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que visitaría Recife este lunes para "enterarse mejor de la tragedia", que se produce dos meses y medio después de que las precipitaciones acabaran con la vida de más de 230 personas en Petrópolis, en la sierra de Río de Janeiro.