El aumento de las medidas de seguridad obliga a los que quieren pasar a Reino Unido por Calais a arriesgarse mucho más. Intentar subirse a los trenes en marcha es peligroso y ya han muerto una decena de personas. En apenas tres semanas los que intentan cruzar han pasado de unos cientos a miles. En Calais, una localidad turística, preocupa que afecte a su economía, pero hay un verdadero problema humanitario.