Con una cena de bienvenida en la Casa Blanca, Obama inició la cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear, en la que se espera que los líderes mundiales conversen sobre medidas para evitar que Daesh acceda a los materiales nucleares que varios países albergan para su uso civil o militar.

En una reunión previa a la cena, Obama aseguró que su homólogo francés, François Hollande, ha "movilizado a la comunidad europea" en el combate al terrorismo, y ambos analizaron formas de estrechar la cooperación bilateral en esa materia para evitar nuevos ataques como los de Bruselas y París.

"El presidente Hollande ha sido un líder a la hora de movilizar la comunidad europea en torno a la necesidad de ser más eficaces en los intercambios transatlánticos de información, las trabas a los combatientes terroristas extranjeros y la identificación de posibles ataques", afirmó Obama a los periodistas después de la reunión.

El gobernante estadounidense consideró que hay una "gran urgencia" de luchar contra la lacra del terrorismo global tras los atentados del 22 de marzo en Bruselas, que causaron 32 muertes, y los ataques de noviembre en París, que dejaron 130 fallecidos.

Daesh, que reivindicó ambos ataques, debe "ser acorralado" en Irak y Siria, afirmó Obama. Durante la cena inaugural, Obama no hizo declaraciones y se limitó a dar la bienvenida a los mandatarios y ministros a la Sala Este, la habitación más grande de la Casa Blanca y que albergaba una extensa mesa y tres grandes cestas de flores, ubicadas en el centro.

En ese encuentro, Obama se sentó entre el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro de India, Narendra Modi, con el que mantuvo una animada conversación al principio de la cena.

La Cumbre de Seguridad Nuclear se celebra cada dos años desde 2010 por iniciativa de Obama, quien prometió al comienzo de su mandato convertir en una prioridad la no proliferación nuclear e instó a la comunidad internacional a avanzar hacia "un mundo libre de armas atómicas", durante un discurso en Praga en 2009.

A Obama le queda menos de un año en el poder, por lo que esta cumbre será la última en su formato actual y se desconoce si el próximo presidente estadounidense, que llegará a la Casa Blanca en enero de 2017, querrá continuar con este proceso multilateral.

Rusia, el país con el mayor arsenal nuclear del mundo, ha decidido no asistir a la cumbre por considerar que hubo "falta de cooperación al elaborar la agenda" del encuentro, según explicó este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Su ausencia dificulta el alcance de grandes acuerdos sobre seguridad nuclear, pero la Casa Blanca confía en que la cita sirva para aumentar la coordinación internacional contra Daesh y analizar, en particular, la posibilidad de que ese u otros grupos terroristas obtengan un arma nuclear.