El ejército de Israel ha admitido por primera vez errores en torno al ataque sin precedentes lanzado por Hamás el pasado sábado en su territorio, una agresión que pilló por sorpresa a sus tropas e inteligencia. Lo ha reconocido este jueves, en el sexto día de una guerra abierta que deja ya más de 1.500 muertos palestinos por los bombardeos de represalia sobre la Franja de Gaza y al menos 1.300 víctimas mortales israelíes.

El 'mea culpa' ha llegado en boca del jefe del Estado Mayor de Israel, Herzi Halevi, que ha admitido que el aparato de seguridad "cometió errores" al no poder impedir la ofensiva y ha prometido que "se investigarán los fallos en la cadena militar". No obstante, ha incidido en que "ahora es el momento de la guerra", según recoge el diario 'The Times of Israel'.

"Las Fuerzas Armadas de Israel son responsables de la seguridad del país y sus ciudadanos, y el sábado por la mañana en los entornos de la Franja de Gaza no nos ocupamos de ello", ha admitido el más alto cargo militar del país, en su primera intervención pública desde el ataque de Hamás.

Gaza: sin refugio ni salida

Entretanto, las fuerzas israelíes continúan su feroz ataque contra Gaza mientras preparan una posible incursión terrestre en el enclave, cuya población civil no tiene adonde huir ni donde refugiarse de las bombas. Desde el sábado, Israel ha lanzado 6.000 bombas contra el enclave, 4.000 toneladas de explosivos y por sexto día consecutivo continúa con sus ataques indiscriminados.

Allí, los muertos ascienden ya al menos a 1.537, entre ellos medio millar de niños, y los heridos suman al menos 6.612, mientras el enclave permanece sin luz, agua, comida o combustible. El ministro de Energía israelí, Yisrael Katz, ha asegurado que no entrarán suministros hasta la liberación de los rehenes secuestrados por las milicias.

Apoyo de EEUU a Israel

Por otra parte, el apoyo total de Estados Unidos a Israel se ha escenificado con la visita este jueves del secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken, que se ha reunido con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: "Estamos aquí. No vamos a irnos a ninguna parte", le ha prometido. Netanyahu, por su parte, ha asegurado que Hamás "debe ser tratado exactamente de la misma forma" que el Estado Islámico y que "como Estado Islámico fue aplastado también lo será Hamás".

El presidente de Israel, Isaac Herzog, que también se ha reunido con Blinken, ha ido a más y directamente ha responsabilizado a toda Gaza, incluidos los civiles, del ataque de Hamás, justificando los bombardeos contra el enclave: "Hay una nación entera ahí afuera que es responsable. Que los civiles no estaban al tanto, no están informados de lo que iba a pasar, es completamente falso", ha aseverado.

Mientras tanto, Israel ha comenzado a armar ya a su población civil en el norte del país, tal y como puede verse en el vídeo que ilustra estas líneas, en el que incluso puede verse a niños. Allí, los civiles reciben rifles de asalto y también cascos para protegerse; tienen previsto repartir unas 10.000 armas y que se formen patrullas ciudadanas. Por otro lado, la Knesset, el parlamento israelí, ha aprobado también este jueves la formación de un gobierno de emergencia con miembros de la oposición.

Fuera, en Siria, varios medios estatales han denunciado que sus dos aeropuertos principales, el de Damasco y el de Alepo, han quedado fuera de servicio tras bombardeos de las tropas israelíes.