El incendio se declaró el pasado 3 de agosto y ya ha arrasado 20.000 hectáreas.

Los dos focos más preocupantes del incendio se encuentran en el término de Fóia, comarca de Monchique, y en los pueblos de Pinheiro Granado y Pedreira, ambos en el concejo de Silves.

En cuanto a las labores de extinción, uno de los objetivos es el de "consolidar el trabajo hecho" hasta el momento, con el fin de controlar las reactivaciones, ya que el viento podrá alcanzar en la zona velocidades de hasta 40 kilómetros por hora.

Las autoridades también pretenden anticiparse a la posible llegada del fuego a las poblaciones, de ahí que algunas localidades hayan sido desalojadas como medida preventiva.

Sobre el terreno trabajan bomberos apoyados por 447 vehículos terrestres de extinción.

Además, hay una decena de medios aéreos, entre ellos dos aviones españoles, que se irán incorporando a las labores de extinción según avance la jornada, ya que en algunas zonas hay turbulencias que impiden la presencia aérea.

El número de personas desalojadas ha descendido desde las 250 personas a 181.

La mayoría están alojadas en un pabellón de la localidad de Portimão, mientras que otros ya han encontrado alojamiento en casas de familiares.

El balance de heridos es de 32 personas, todos leves salvo una mujer de 72 años que sufrió quemaduras graves.