Los ataques aéreos rusos han golpeado varias infraestructuras, entre ellas tres escuelas y la Catedral de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, en la séptima jornada desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó el ataque al país.

Según ha confirmado la cadena CNN, al menos tres escuelas de Járkov han sido alcanzadas por ataques aéreos rusos. Una de las escuelas se encuentra en el barrio norteño de Saltivka y las otras dos están a poco más de un kilómetro de distancia, en el distrito industrial del sureste de la ciudad, según ha informado el mismo medio.

En este sentido, el diario 'Kiev Independent' ha indicado que en la ciudad de Járkov los ataques militares han afectado al menos a tres escuelas y a la Catedral de la Asunción. Además, varias obras de arte enmarcadas y vidrieras se habrían roto por las explosiones de un ataque contra un edificio cercano al Ayuntamiento, que también ha sufrido importantes daños por la ofensiva rusa.

Como se puede ver en la imagen, la fachada del edificio ha quedado gravemente dañada y los escombros tras los ataques se acumulan en los aledaños de la emblemática contstrucción.

Igual de dañada ha quedado la Plaza Central ubicada junto al consistorio de Járkov, en la que se pude ver un coche totalmente destrozado tras el ataque.

También ha quedado gravemente dañado el edificio del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), ubicado en esa ciudad. De hecho, en las imágenes se pueden ver restos de cohetes tras el ataque ruso.

Otro de los edificios que se ha llevado la peor parte de los ataques es el del Departamento de Economía de la Universidad Nacional de Kazarin en Járkov, alcanzada también por los bombardeos y donde se ha desatado un incendio que ha destruído gran parte del complejo.

El gobernador de la región de Járkov, Oleh Sinegubov, aseguró el domingo que las fuerzas ucranianas controlaban "totalmente" la ciudad después de que trascendieran informaciones sobre intensos combates en la zona.

El alcalde de la ciudad de Jersón, Igor Kolijaiev, ha confirmado que ha mantenido conversaciones con las tropas rusas en el Ayuntamiento, aunque ha negado que sean negociaciones y no ha reconocido que la ciudad esté bajo control ruso.

"No les hice promesas. No puedo prometer que solo estoy interesado en la viabilidad normal de nuestra ciudad. Simplemente pedí no disparar a la gente. No tenemos fuerzas armadas ucranianas en la ciudad, solo civiles y personas que quieren vivir aquí", ha dicho en su perfil oficial de Facebook.

Así, ha detallado las condiciones por parte de las autoridades rusas para "eliminar las consecuencias de la invasión". En este sentido, los ciudadanos solo podrán trasladarse durante el día en coche para realizar compras esenciales, como comida o medicinas, y que se extenderá un toque de queda "estricto" entre las ocho de la tarde (hora local) y las seis de la mañana.