Los rebeldes chiíes hutíes del Yemen afirmaron hoy que continuarán con sus ataques contra barcos vinculados a Israel en el mar Rojo, en respuesta a la nueva coalición militar anunciada por Estados Unidos para garantizar la seguridad y la libertad de navegación en esa vía marítima crucial para el comercio internacional.

"La coalición formada por Estados Unidos es para proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no impedirá que el Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo a Gaza", dijo el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, en su cuenta oficial de X (antes Twitter). En la primera reacción tras el anuncio de Estados Unidos de esta coalición, Abdulsalam afirmó que "Estados Unidos se permitió apoyar a Israel formando una alianza, y también sin alianza. Los pueblos de la región tienen plena legitimidad para apoyar al pueblo palestino. Yemen se ha encargado de defender el derecho palestino y (hace frente a la) gran injusticia en Gaza".

El portavoz reiteró que "las operaciones navales del Yemen tienen como objetivo apoyar al pueblo palestino para hacer frente a la agresión y el asedio a Gaza, y no son una demostración de fuerza ni un desafío para nadie". Por ello, advirtió, "quien quiera ampliar el conflicto debe asumir las consecuencias de sus acciones".

El Pentágono anunció ayer esta coalición militar integrada por varios países, entre ellos Estados Unidos y el Reino Unido. El jefe del Pentágono, Lloyd J. Austin III, se encuentra hoy en Manama, la capital de Baréin y sede de la Quinta Flota estadounidense, y se reunirá virtualmente con ministros de Defensa de los países de la región.

Tras el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, los hutíes, respaldados por Irán, han lanzado varias andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel en estos dos últimos meses y también contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb.

Desde el pasado viernes, los principales grupos de transporte marítimo han ido anunciando que suspenden sus operaciones en el mar Rojo, entre ellos Maersk y Hapag-Lloyd, y ayer se les sumó la petrolera BP, al cancelar temporalmente el paso de sus embarcaciones por la zona, lo que puede perturbar el comercio marítimo internacional.