Hungría ya ha terminado de construir los 175 kilómetros de valla para cercar el país y evitar la inmigración. Pese a todo, cientos de personas siguen cruzando desde Serbia. Por eso, el Gobierno promete nuevas leyes para restringir el paso de refugiados. Se prevé movilizar al ejército para que patrulle la frontera y poner penas de cárcel a quienes crucen de forma ilegal. De aprobarse, las medidas podrían entrar en vigor el 15 de septiembre. Reino Unido, Francia y Alemania han pedido una reunión de urgencia para abordar esta crisis.
Hungría termina la valla alambrada en su frontera con Serbia