Desde 1995, año en el que se celebró la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Berlín, hasta este 2022 cuando se está celebrando la última cumbre climática en Egipto, han cambiado muchas cosas... para mal. El problema del calentamiento global y la emisión de gases de efecto invernadero se agrava. Después de 27 ediciones, los líderes mundiales han ido cambiando sus objetivos, haciéndolos más ambiciosos. Un punto de inflexión fueron los Acuerdos de Paris de 2015. La COP 21 de Paris pretendía ser un antes y un después en la lucha climática. ¿Pero sirvió de algo?

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¿Cuáles fueron los Acuerdos de París 2015?

  • Limitar el aumento medio de la temperatura global a 1,5 grados. 195 partes se comprometieron a alcanzar una neutralidad climática, es decir, que la cantidad de CO2 liberado a la atmósfera sea equivalente a la que absorben los entornos naturales, como los bosques. Según un informe publicado por las Naciones Unidas, la temperatura terrestre aumentará entre 2,1 y 2,9 grados centígrados en los próximos años. Tras siete años, y después de una pandemia que paralizó el mundo, los países no han conseguido reducir el calentamiento global. A fecha de hoy el mundo se ha calentado ya 1,15º con respecto a niveles preindustriales dejando 35 décimas de margen.
  • Reducir al 50% los gases de efecto invernadero. El objetivo que se estampó en la firma de Paris pretendía que para 2030 se emitiese un 55% menos de emisiones de gases contaminantes. Trascurrido casi la mitad del plazo la realidad es otra. Aunque ha habido una mejora al respecto, no es suficiente. De las casi 200 partes que prometieron reducir las emisiones, solo una veintena lo ha cumplido. Entre ellas España. Según el informe 'Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España 2005-2020', elaborado por la consultora internacional de medio ambiente Liken Carbon Hub, las emisiones de nuestro país se han reducido en un 30% en los últimos 16 años.
  • Reducción de combustibles fósiles. A pesar de que se prometió no financiar proyectos de combustibles fósiles, la crisis energética ha obligado a recurrir a ellos. Un informe publicado por BloombergNEF en 2021 indicó que los países del G-20 han gastado unos 700.000 millones en este recurso natural, lo que supone un 16% más que el año anterior. En la actualidad, la guerra en Ucrania ha obligado a recurrir a países como Alemania a los combustibles fósiles.
  • Aumentar los fondos para la Transición Ecológica en los países vulnerables. Las economías avanzadas prometieron financiar con 100.000 millones para que los países pobres pudieran sumarse a la transición ecológica. Pero con el paso de los años y el aumento de fenómenos extremos es necesario aumentar los fondos para compensar daños climáticos. Pero las emergencias climáticas exigen medidas rápidas. En este COP27 se quiere crear un nuevo paquete de ayudas de pérdidas y daños. Según advierte el presidente de la fundación Solar Impulse, Beltran Piccard, el coste del nuevo plan ha pasado de ser de 290 a 580 mil millones al año.

¿Cómo me afecta? La procrastinación climática ya está teniendo consecuencias en nuestras vidas. En el último verano, el más caluroso desde que existen datos, en Europa el aumento de las temperaturas ha dejado al menos quince mil muertes, cuatro mil de ellas en nuestro país, según indica la Organización Mundial de la Salud. Por ello, la OMS pide implantar planes de acción en materia de salud para mitigar los fenómenos extremos para evitar más víctimas mortales.

¿Qué pasará después? Hay algunas zonas terrestres que están más expuestas al cambio climático, incluso, están en riesgo de desaparecer. Actualmente, hay 52 pequeños denominados SIDS (Estados Insulares en Desarrollo) en peligro de desaparecer por culpa de la subida del nivel del mar.

  • Kiribati: En la República de Kiribati, al noroeste de Australia, el agua sube más de un centímetro por año (cuatro veces más rápido que la media mundial).
  • Maldivas: Situada al sur de la India es la isla con la altitud más baja del mundo, por ello preocupa especialmente el nivel del agua.
  • Vanuatu: La República de Vanuatu es el país más vulnerable del mundo ante las catástrofes naturales según las Naciones Unidas. A la subida del nivel del mar se les une que en la zona se forma gran multitud de ciclones.
  • Tuvalu: Es el país que menos contamina y se encuentra entre los más afectados por el calentamiento global. Su baja altitud facilita las catástrofes naturales a causa de la subida del agua. Es el claro ejemplo de que las emisiones no tienen fronteras. Algunos de sus ministros se han mojado en el océano, literalmente, en la cumbre del año pasado para protestar por la dejadez de las autoridades internacionales.

A la desaparición de territorios se le suma otro problema: los desplazados. Según el Centro de Monitorización del Desplazamiento Interno, los desastres naturales causan el triple de desplazados que la violencia o los conflictos. En 2020, más de 30 millones de personas se han visto obligados a huir de su casa a causa de los fenómenos extremos.

Esta cumbre del COP27 en Egipto parece pasar inadvertida entre un contexto de guerra y crisis energética. La población prioriza el presente. Algunos como Albert Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos, afirman que estas reuniones tienen "poca credibilidad" porque carecen de resultados. Y pide que los países se tomen en serio lo que ya es una realidad: una crisis climática.