China puso en marcha los aranceles de entre el 5% y el 10% a productos estadounidenses valorados en 75.000 millones de dólares (68.243 millones de euros), el último capítulo de una guerra comercial que enfrenta a Pekín y Washington.

No obstante, y con la intención de tratar de lograr un acuerdo que satisfaga a las dos partes, la televisión estatal CGTN indicó que los equipos negociadores de ambas potencias prevén reunirse a principios de este mes en Estados Unidos.

Sin embargo, el Ministerio de Comercio de China lamentó que la nueva ronda de gravámenes arancelarios por parte de EEUU, que también entró en vigor, no sean la mejor atmósfera para las negociaciones comerciales.

Por su parte, el viceprimer ministro chino y líder de la delegación negociadora del país asiático, Liu He, dijo esta semana que "se opone firmemente a un recrudecimiento de la guerra comercial" y que prefiere "negociaciones tranquilas".

Este domingo, Estados Unidos también puso en marcha aranceles del 15% a importaciones chinas por valor de 112.000 millones de dólares (101.910 millones de euros).

El pasado 24 de agosto, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que elevaría el 1 de septiembre del 10% al 15% los aranceles a una parte sustancial de las importaciones chinas, en represalia por los gravámenes sobre bienes de EEUU impuestos por Pekín.

Con su guerra comercial, Trump se ha fijado la meta de equilibrar el intercambio comercial entre los dos países, ampliamente favorable a China, pero hasta ahora y pese a la imposición de aranceles ha tenido poco o nulo resultado.