Promete una batalla legal

"Me eligieron para echarlos de aquí": Trump acepta a regañadientes la decisión del Supremo sobre sus expulsiones de migrantes

El contexto
El máximo organismo legal de EEUU puso el freno a las deportaciones 'en caliente' de Trump, y le ha prohibido usar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para expulsar migrantes.

Donald TrumpDonald TrumpReuters
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Donald Trump acepta, a regañadientes, la posición del Tribunal Supremo sobre sus políticas migratorias. Sobre su polémica política de expulsar migrantes irregulares, vinculados según dice a organizaciones criminales, basándose en una ley de hace más de dos siglos. Eso sí, el presidente de EEUU ha prometido que va a seguir dando batalla.

Porque, aunque ha evitado pronunciarse en una entrevista en la NBC sobre las acusaciones de que esas expulsiones en caliente son una violación de la defensa del "debido proceso", ha afirmado, directamente, que a él le eligieron "para echar" a esas personas del país.

"Me eligieron para echarlos de aquí y los tribunales me impiden hacerlo", afirma mientras guarda silencio si tenía responsabilidad, como presidente del país, de defender una Quinta Enmienda que establece que "ninguna persona será privada de la libertad, de la vida o de la propiedad sin el debido proceso legal".

Su respuesta, la siguiente: "No lo sé. Tengo abogados brillantes que trabajan para mí y que obviamente van a seguir lo que dictamine el Tribunal Supremo".

Lo deja todo en manos de sus abogados

"Voy a seguir lo que digan los abogados. Ellos me dicen que podemos conseguirlo, y estoy completamente de acuerdo. Todo estará sujeto al cumplimiento absoluto de las leyes", ha expresado.

Las expulsiones, suspendidas por el Supremo

El Tribunal Supremo, el mes pasado, ordenó al Gobierno suspender esas expulsiones amparadas en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1978. Una que la Casa Blanca empleó para mandar a cientos de migrantes a El Salvador y enviarles directos, sin proceso legal alguno, al CECOT, la megacárcel de Bukele que está en el foco de muchas organizaciones por sus violaciones de los derechos humanos.

Al declarar como entidad terrorista al Tren de Aragua, Trump argumenta que gracias a esa ley, redactada en el siglo XVIII para su uso en tiempos de guerra, estaba legitimado para expulsar a los migrantes. Uno de ellos, por cierto, fue enviado por error a El Salvador.

Desde entonces, Trump ha protestado desde entonces la aplicación de la doctrina del Supremo y asegurado que solo está intentando cumplir con su programa electoral.