El papa Francisco tachó de absurdo e irresponsable el identificar a todo inmigrante "como portador del mal social", durante el viacrucis que celebró en Panamá, en ocasión de su visita para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Francisco dedicó su discurso a aquellos que sufren la indiferencia y criticó el conformismo que invade la sociedad y que se ha convertido "en la droga más consumada de nuestro tiempo". Dijo el pontífice argentino que el viacrucis de Cristo se prolonga ahora en el dolor de aquellos que sufren la violencia, la criminalidad, la explotación, en los niños que no dejan nacer o en "las mujeres ninguneadas de su dignidad".

Un dolor, dijo, que se "se prolonga en el dolor oculto e indignante de quienes, en vez de solidaridad por parte de una sociedad repleta de abundancia, encuentran rechazo, dolor y miseria, y además son señalados y tratados como los portadores y responsables de todo el mal social".

Mientras que en estos días caravanas de migrantes de Centroamérica se han dirigido hacia México con la intención de poder pasar a Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump continua con su intención de construir un muro, Francisco señaló que la iglesia quiere propiciar "una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar". Y que enseñe "a recibir y hospedar a todos aquellos que han sufrido el abandono, que han tenido que dejar o perder su tierra, sus raíces, sus familias y trabajos".

"Queremos ser la iglesia que propicie una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar; que no estigmatice y menos generalice en la más absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador de mal social", afirmó.