En una carta enviada a líderes del Congreso y obtenida por el diario The New York Times, el secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder, admitió formalmente la operación que mató en Yemen en 2011 al estadounidense Anwar al Awlaki, un clérigo conocido por ser uno de los líderes de Al Qaeda en la Península Arábiga.

La carta también reconoce que el Gobierno mató a otros tres estadounidenses: Samir Khan, que murió en el mismo ataque que el clérigo radical; el hijo de Al Awlaki, Abdulramán Al Awlaki, asesinado en otro ataque en Yemen; y Jude Mohamed, que murió en un ataque de avión no tripulado en Pakistán. Holder precisó que Al Awlaki es el único "ciudadano estadounidense" que Estados Unidos ha "perseguido y matado" deliberadamente desde 2009, mientras que las otras tres muertes "no fueron específicamente buscadas" por el Gobierno.

Aunque muchos medios internacionales han informado de la muerte de Al Awlaki, hasta ahora el Gobierno de Obama no había admitido la responsabilidad en el caso, que abrió un debate en el Congreso sobre la legalidad de operar aviones no tripulados contra ciudadanos estadounidenses, ejecutados sin un juicio. "La decisión de perseguir a Anwar Al Awlaki fue legal, fue considerada y fue justa", escribió Holder.