Tomi Munaretto es un reportero bregado en mil batallas, casi siempre viviendo la calle en directo. Y con un apetito para las conexiones más bizarras, descubriendo todo tipo de personajes, también en redes sociales. Pues la que le ha costado el puesto debía ser, en principio, de lo más pedestre: à propos delo cara que está la vida en Argentina, entrevistaba a una mujer que pedía en una estación. Cuando, desde plató, al presentador —que bien lo gana— no se le ocurre otra cosa que decirle que él le dé limosna a la mujer. Esto ocasionó la furia de Munaretto: "Quién me dice que aporte, ¿producción? Mándame tú la plata, porque...".

El dicharachero reportero no da crédito —como los bancos— y empieza a soltar verdades cual metralleta: "¡Pero si cobro 1.715 pesos la hora extra! ¡No, no puedo aportar; no me alcanza!". Estalla y continúa: "Aparte, estoy en negro: no tengo vacaciones, no tengo paga de Navidad, no tengo seguridad social...", mientras el presentador le grita que pare.

Y sí, paremos nosotros un momento. Porque —ojo al dato— esos 1.715 pesos la hora extra son menos de dos euros. Eso, con suerte, da en Argentina para comprar una barra de pan y un litro de leche. La discusión, aún en emisión, pasa a plató. Reportero contra presentador, a vueltas con su retribución: "¡Claro, que tú estas en blanco! ¿Cuánto cobras tú?", le espeta Tomi a Carlos, el presentador. Que, a su vez, clama al realizador, entendemos que para que corte la conexión. Lo peor: que esta conexión también pasó a Recursos Humanos.

"Pasó lo que todos creían que iba a pasar: me acaban de echar del canal", compartía en su Instagram tras reunirse con la cadena (Crónica TV de Argentina), cuyo lema es —irónicamente— "firmes junto al pueblo".