El líder de la milicia ultraderechista Proud Boys Joe Biggs ha sido condenado este jueves a 17 años de cárcel por cargos de conspiración sediciosa en el marco de los ataques al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2020.

Biggs, un veterano del Ejército estadounidense que fue herido mientras servía en Irak y que posteriormente trabajó para la página web de teorías de la conspiración Infowars, ya fue declarado culpable en mayo por conspiración sediciosa y otros cargos.

El juez de distrito Timothy Kelly ha argumentado que si bien no quería "minimizar la violencia que ocurrió" durante aquellas jornadas era necesario hacer balance para no crear grandes disparidades entre las condenas de los acusados, según ha recogido la cadena CNN.

"He terminado con todo. Estoy harto y cansado de la lucha de la izquierda contra la derecha", dijo Biggs durante el juicio, en el que ha llegado a pedir perdón, asegurando que no es un "terrorista", según ha recogido la cadena NBC News.

Los fiscales habían pedido inicialmente una sentencia de 33 años de prisión. En el juicio, que ha durado cerca de un mes, se han presentado pruebas de que Biggs y otros acusados, como Ethan Nordean, Zachary Rehl y Enrique Tarrio, conspiraron y alentaron la violencia previamente al asalto.

El juez también ha sentenciado a 15 años de cárcel a Rehl, quien llegó a rociar con químico a los agentes del orden en el marco del asalto. Los fiscales habían pedido para él hasta 30 años de prisión, según ha recogido la cadena CBS.

"Estoy harto de la política. Estoy harto de vender mentiras a personas que no se preocupan por mí. El 6 de enero fue un día despreciable", ha señalado Rehl durante el juicio. Por su parte, Tarrio acudirá a los tribunales el martes.

Si bien los miembros de Proud Boys se mantuvieron en la vanguardia de los ataques a los sobrepasados policías del Capitolio, según las grabaciones de ese día, Nordean, Biggs y Rehl asumieron un segundo plano y dejaron que fueran otros quienes lideraran el asalto para unirse posteriormente.

Stewart Rhodes, el fundador de Oath Keepers, otra de las milicias implicadas en los disturbios durante el asalto, fue condenado a 18 años de cárcel por un delito de conspiración sediciosa, la condena más alta impuesta por estos hechos.