Guerrero, de 20 años, tenía solo 16 cuando ocurrió el suceso, pero las autoridades determinaron que sería juzgada como mayor de edad. Hace casi dos años, la joven fue hallada culpable de la muerte del estudiante de ingeniería Xinran Ji, de 24 años, a quien golpearon con un bate de béisbol y una llave inglesa con el fin de robarle, durante la madrugada del 24 de julio de 2014.
El jurado estuvo de acuerdo con la petición de la Fiscalía de considerar las circunstancias especiales en los cargos de asesinato que enfrentaba la joven, quien durante el atraco golpeó con una llave inglesa a la víctima.
Los atacantes dejaron tirado en el suelo a Ji creyendo que ya estaba muerto, pero el estudiante logró llegar a su apartamento, donde su compañero de piso lo encontró sin vida a la mañana siguiente.
Dos horas después del ataque al estudiante de intercambio internacional, el grupo de jóvenes golpeó a una pareja para tratar de robarles en un vecindario cercano a la playa, por el que Guerrero también fue encontrada culpable. Andrew García, de 22 años y quien golpeó al estudiante con un bate, fue sentenciado el año pasado también a cadena perpetua.
Otro de los implicados, Jonathan Del Carmen, de 23 años, quien se declaró culpable el año pasado por el ataque, también fue condenado a 15 años de prisión en una corte de Los Ángeles. El cuarto participante de este ataque, Alberto Ochoa, entonces de 17 años y ahora de 21, todavía espera juicio y también será juzgado como adulto.
El ataque contra el joven estudiante puso en evidencia nuevamente los problemas de seguridad de la universidad, una de las que más estudiantes extranjeros recibe en todo el país, el 40 % de origen chino. Javier Bolden y Bryan Barnes fueron condenados y sentenciados a cadena perpetua por ese ataque.