China vuelve a ser motivo de preocupación ante un nuevo brote de coronavirus. Actualmente hay 210 casos activos de en el país de los cuales más de la mitad, 106, han sido registrados en Pekín cuyo origen ha sido el mercado Xinfadi, el principal de la capital. Por ello, el Gobierno municipal de Pekín ha anunciado la ampliación de las medidas de control y prevención epidemiológicas para detener su propagación, según ha informado la prensa local.

Así, personas consideradas de "alto riesgo" -como contactos cercanos de los 106 casos confirmados desde el pasado jueves- no podrán abandonar la capital, y quienes lo hayan hecho ya deben informar a las autoridades, recoge el rotativo 'Global Times'. También ha prohibido salir de la ciudad a taxis y otros vehículos que ofrecen servicios de conducción y quienes violen esta norma afrontarán "castigos severos" de las autoridades, ha anunciado este martes la Comisión Municipal de Transporte de la capital china.

El periódico Global Times también informa de que hasta el momento más de 29 comunidades de vecinos situadas alrededor de los mercados de Xinfadi y de Yuquandong han quedado selladas, con lo que sus residentes permanecen confinados bajo estrictos controles de seguridad.

Cierran todos los colegios

Las autoridades de Pekín han ordenado este martes cerrar de nuevo todos los colegios de la capital china ante el repunte de los casos. La decisión ha sido tomada desde que se detectara un rebrote de los contagios a nivel local la semana pasada tras semanas de contención, según ha informado el diario estatal 'China Daily'.

El Gobierno local ha señalado en un comunicado que todas las medidas de prevención y control aplicadas al sector educativo deben ser seguidas de forma estricta. Asimismo, todas las personas que deseen abandonar la ciudad tendrán que ser sometidas a test de COVID-19.

Pekín, en "estado de guerra"

El Gobierno municipal pequinés anunció el lunes que la ciudad está en "estado de guerra" para atajar el brote, y más de 100.000 trabajadores comenzaron a supervisar 7.120 comunidades de vecinos para evitar una propagación masiva. Este lunes se registraron 27 nuevos casos confirmados en la ciudad, que está realizando pruebas de ácido nucleico a todo aquel que haya tenido contacto con casos confirmados o que hayan visitado el mercado de alimentos frescos de Xinfadi, el principal de la metrópolis, cerrado desde el sábado.

El origen y el alcance de este brote se están investigando, aunque según ha trascendido, el virus fue detectado en una tabla de cortar pescado utilizada por un vendedor de salmón importado en el mercado. El epidemiólogo Yan Peng fue más allá en una entrevista en la cadena CCTV y apuntó que "la secuencia del genoma muestra que el virus fue importado desde Europa", pero puntualizó que "los científicos necesitan tiempo para esclarecer cómo empezó la cadena de infecciones".

Según Yang, "una posibilidad es que el virus provenga del salmón congelado y que las bajas temperaturas hayan preservado el patógeno durante el transporte". China importa cerca de 80.000 toneladas de salmón congelado cada año, principalmente de Chile, Noruega, las Islas Feroe, Australia y Canadá, según los medios locales.

Alrededor de 200.000 personas que visitaron el mercado desde el 30 de mayo han sido entrevistadas en visitas casa por casa, llamadas, plataformas de redes sociales y otros métodos, según la agencia estatal Xinhua. Las autoridades realizan pruebas de ácido nucleico a esas personas, y les pide que permanezcan en casa bajo observación.

Cuarentenas a los llegados desde la capital

Al margen de los últimos 27 contagios detectados en Pekín, la Comisión Nacional de Salud ha registrado otros cinco positivos en China a nivel local: cuatro en la provincia septentrional de Hebei, vecina de la capital, y uno en la provincia suroccidental de Sichuan. Esta situación ha llevado a gobiernos locales de otras regiones chinas a imponer cuarentenas a quienes provengan de Pekín, según la prensa local, que apunta a que un contagiado confirmado en Sichuan había viajado a esa provincia desde la capital china.

El secretario del Comité Municipal de Pekín del Partido Comunista de China (PCCh), Cai Qi, ha afirmado que la ciudad está en "una situación crítica" y que las tareas de control y prevención contra el virus deben ser la "máxima prioridad", según recoge la cadena CGTN.

Según Cai, la ciudad garantizará los suministros para satisfacer las necesidades diarias de los residentes y penalizará a negocios que traten de aumentar los precios de bienes alimentarios.

El domingo, la viceprimera ministra china Sun Chunlan ya avanzó que se debían tomar "medidas decididas" para detener la propagación de este nuevo brote, así como "investigaciones epidemiológicas estrictas" y un "rastreo exhaustivo" para identificar y controlar la fuente de infección.

También pidió a las comunidades pequinesas que cumplan "estrictamente" las medidas de prevención y que hagan todo lo posible para detectar casos confirmados, sospechosos, pacientes con fiebre que podrían ser portadores y contactos cercanos, y ponerlos en cuarentena.

Además de las pruebas y las medidas de control y prevención, la ciudad ha intensificado la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas, y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar que no circulan productos contaminados con el patógeno.