La Oficina Estatal china de Propiedad Intelectual aprobó la primera patente de una vacuna contra el COVID-19, aún en fase de pruebas, que podría "ser producida en masa en un breve periodo de tiempo", según recoge la prensa local.
Esta vacuna, desarrollada por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics, comenzó a usarse a finales de junio en el Ejército chino después de que un equipo dirigido por el investigador Chen Wei descubriera un anticuerpo monoclonal neutralizante altamente eficiente. Los resultados de la segunda fase de los ensayos clínicos demostraron que es segura e induce respuesta inmune contra el coronavirus, de acuerdo con una investigación publicada a finales de julio en la revista 'The Lancet'.
Según la patente, la vacuna ha mostrado una "buena respuesta inmunológica en ratones y roedores, y puede inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo", recoge 'Southern Metropolis'.
La patente asegura que esta vacuna "puede ser producida en masa en un corto periodo de tiempo", y que es "rápida y fácil de preparar". Su seguridad y efectividad deberá confirmarse en la fase tres, que se lleva a cabo en el extranjero, agrega la información.
La investigación publicada en julio en 'The Lancet' recogió que se hicieron pruebas en más de 500 personas como continuación de las primeras pruebas que se publicaron el pasado mayo, también con resultados positivos, pero que se necesitarán más ensayos en humanos en fase III, para confirmar si esta vacuna candidata protege eficazmente contra la infección por el virus.
Los autores subrayaron, no obstante, que ningún participante en las pruebas de fase dos estuvo expuesto al virus después de la vacunación, por lo que no es posible aún determinar si el candidato a vacuna protege eficazmente contra la infección.