El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha advertido este lunes de que "estamos al borde de una guerra total" en Líbano, después de que Israel haya matado a casi 500 personas y haya herido a 1.600 en bombardeos llevados a cabo durante la jornada, en el marco de los enfrentamientos entre el Ejército israelí y el partido-milicia chií libanés Hizbulá.
"La catástrofe continúa, y la escalada en Líbano es extremadamente peligrosa y preocupante. Estuve en Líbano hace unos días, justo antes de la explosión de dispositivos electrónicos. Ha estado creando terror entre la población libanesa. Puedo decir que estamos casi en una guerra total. Estamos viendo más ataques militares, más daños colaterales, más víctimas", ha declarado durante una rueda de prensa.
Borrell ha lamentado que han muerto un "gran número de niños y mujeres", mientras que "a través de las pantallas de televisión vemos a miles de personas huyendo hacia el norte" de Líbano, "provocando grandes atascos en el sistema de transporte al escapar". "Los ataques continuarán y los bombardeos también", ha observado desde Nueva York, donde se celebra esta semana el 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
"Pero ahora estamos viendo cómo los civiles están pagando un precio intolerable, inaceptable", ha afirmado, señalando que los balances preliminares de víctimas "escapan a cualquier tipo de consideración", debido a que se están produciendo explosiones "sin tener en cuenta el entorno en el que explotan": "Ya sea en un centro comercial, en una plaza, en la calle, en un hospital, donde sea. Son ataques selectivos y al mismo tiempo aleatorios", ha criticado.
El jefe de la diplomacia europea ha explicado que han sido "selectivos por el propósito" y "aleatorios por las consecuencias", y ha aprovechado la ocasión para "condenar" estas acciones, al hacer hincapié en que "los civiles están pagando un alto precio" y que "debe evitarse" una "guerra en toda regla", renovando "los tensos esfuerzos de mediación diplomática".
"Creo que todavía tenemos esperanza, (...) pero las peores expectativas se están convirtiendo en realidad", ha manifestado. Asimismo, ha sostenido que se "necesita paz en Oriente Próximo, porque la escalada en curso es un peligro para toda la región", mientras que "el camino hacia la paz comienza con un solo paso" que es un alto el fuego en la Franja de Gaza.
No obstante, ha reconocido que "a pesar de toda la capacidad diplomática desplegada, nada ha podido detener la guerra", ya que "ambas partes están postergando la negociación de paz", puesto que "fingen hacerlo, pero en realidad, por una razón u otra, no hay un acuerdo de alto el fuego".
Borrell ha pedido que mejore la situación en la Línea Azul, "así como" en Gaza, ya que "no son diferentes, están fuertemente interconectadas". "Lo que está sucediendo en Gaza está desencadenando otros escenarios de guerra en Líbano, en el mar Rojo y, desgraciadamente, y no hablamos lo suficiente de ello, en Cisjordania".
Al ser preguntado sobre el cierre de la oficina de la cadena de televisión qatarí Al Yazira en la ciudad cisjordana de Ramala por parte de Israel, ha asegurado que se trata de "una muy mala noticia" que "ciertamente" tiene "que condenarla": "Estaba prestando un servicio precioso a la información de la gente", ha dicho.
"Israel ha impuesto en Gaza el apagón más largo en una guerra de la historia. Al Yazira está pagando un alto precio por el número de periodistas asesinados. Y esto es algo que todo el mundo ha estado condenando. Pero créanme, no tengo ninguna capacidad para hacer que este comportamiento cambie", ha señalado.
Con todo, ha recordado que esta situación "hace que haya una falta de información sobre lo que está sucediendo dentro de Gaza o lo que está sucediendo en Cisjordania". "Esto es un hecho. No estoy inventando nada. Es una situación a ciegas en la que no hay testigos que puedan explicar y mostrar lo que está sucediendo", ha criticado.