Purga interna y mano firme con Europa. En eso puede resumirse el primer día de Boris Johnson al frente del Gobierno británico.

Se ha librado de hasta 18 ministros de la etapa de Theresa May, en una de las renovaciones de gabinete más radicales en décadas para colocar a 'brexiteros' duros.

Quiere poner, dice, "el turbo" al Brexit. Así se lo ha transmitido, por teléfono, esta tarde, al presidente de la Comisión Europea que le ha contestado que el actual acuerdo es el mejor y único posible.