El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronosticado una invasión rusa en Ucrania y ha advertido a Moscú que, de producirse, "tendrá que rendir cuentas". Lo ha hecho en una rueda de prensa para celebrar su primer año de mandato, donde ha asegurado que su homólogo Vladimir Putin tiene "una difícil decisión: o diplomacia o enfrentamiento y consecuencias".

En este sentido, el inquilino de la Casa Blanca ha considerado "posible" mantener otra cumbre con el presidente ruso para tratar de rebajar las tensiones entre ambos países. Rusia está elevando el tono debido a la posibilidad de que entren en la OTAN nuevos miembros, entre otros Ucrania o Finlandia, lo que considera inaceptable.

Biden ha alertado de que Putin "no ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán si se mueve" hacia Ucrania, aunque también ha generado confusión al insinuar que la respuesta de Occidente podría no ser tan dura si Moscú opta por alguna medida que no suponga una invasión a gran escala.

"Una cosa es que se trate de una incursión menor y que acabemos discutiendo (en la OTAN) sobre qué hacer y no, pero si (los rusos) hacen lo que son capaces de hacer con una fuerza en masa en la frontera, va a ser un desastre para Rusia", ha subrayado.

Esa afirmación ha generado alarma en Ucrania, donde una fuente oficial ha dicho a la cadena CNN que parecía que Biden estaba "dando luz verde a Putin para entrar" en el país siempre que se tratase de una "incursión menor".

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se ha visto obligada a aclarar después en un comunicado que, "si cualquier fuerza militar rusa cruza la frontera con Ucrania", Washington lo considerará "una nueva invasión" e impondrá represalias "rápidas y graves" de forma coordinada con sus aliados europeos.

Moscú habla de "campaña antirrusa"

Por su parte, desde el Kremlin han pedido este jueves poner fin a la "campaña antirrusa" de especulaciones sobre un ataque a Ucrania, que ha denunciado como una tapadera utilizada por Occidente para lanzar provocaciones propias, incluso militares.

"El objetivo de esta campaña es crear una tapadera informativa para preparar provocaciones de envergadura, incluidas de carácter militar, que pueden tener consecuencias trágicas para la seguridad regional y global", ha afirmado en su rueda de prensa semanal la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajarova.

Los temores de Moscú se ven confirmados, según ha dicho, por las últimas noticias sobre el envío de armas de países occidentales a Ucrania, aunque éstas tienen carácter defensiva. "Instamos a los países occidentales a parar la agresiva campaña de información antirrusa, parar la militarización de Ucrania y de arrastrarlo a la OTAN. En su lugar, debería haber esfuerzos directos para alentar al régimen de Kiev a cumplir con los Acuerdos de Minsk (para la paz en el Donbás) y otras obligaciones internacionales", ha dicho.