Italia entera estaba espectante ante el duelo entre Berlusconi y Michele Santoro, el periodista más critico con el 'Il Cavaliere', en un debate en el que los italianos pudieron escuchar insultos y emenazas.

En el debate también estaba Marco Travaglio, otro periodista muy agresivo con las políticas de Berlusconi.

Al comienzo del debate, mantuvieron las formas y hubo hasta risas, pero a lo largo de las dos horas y media, el espectáculo televisivo se fue acalorando, hasta que sacaron los escándalos.

Había un pacto previo para no tratar asuntos judiciales en curso, pero, finalmente, salió a la luz el 'caso Ruby', en el que Berlusconi es juzgado por presunta prostitución de menores.

También hubo tiempo para hablar del caso de las cuarenta chicas participantes de sus fiestas 'bunga bunga', a las que el exprimer ministro paga supuestamente para que estén calladas. Berlusconi aprovechó para recordarle a Travaglio las causas del periodista por difamación.

'Il Cavaliere' puso la guinda limpiando, con un pañuelo, la silla en la que había estado sentado el periodista, en un final de debate con un Berlusconi muy sonriente entre los pitidos y abucheos del público.