El escandalo 'pipigate' que atraviesa un ministro de Bélgica está causando rechazo en el país y podría incluso costarle su cargo. El Ministro de justicia celebró su 50 cumpleaños y cámaras de seguridad captaron imágenes de varios invitados orinando en furgones policiales vacíos y aunque ocurrió hace tres semanas, el incidente trascendió a los medios de comunicación el pasado lunes a través de la radiotelevisión pública flamenca VRT. Desde entonces, la noticia ha copado la atención de los medios de comunicación, la clase política y las redes sociales en el país europeo, hasta llegar al Parlamento federal.

Tras la atención mediática y las críticas, el ministro de Justicia belga, Vincent Van Quickenborne, se ha disculpado este jueves en sede parlamentaria por la conducta de tres de los invitados a la fiesta de su 50 cumpleaños, que orinaron varias veces sobre un furgón policial, y mostró un vídeo para apoyar que él no estaba al corriente ni tuvo un comportamiento indecoroso.

“Sentí vergüenza de la gente que invité y que orinaron, no una sino tres veces, sobre un furgón policial (..). Es inadmisible”, dijo Van Quickenborne este jueves en una comparecencia extraordinaria ante la comisión de Justicia del Parlamento Federal para explicarse sobre un escándalo que en Bélgica se conoce como el “pipigate”.

"Me parece surrealista tener que describir cada minuto de esa noche. Pero eso es lo que me piden, así que lo hago”, dijo el liberal flamenco para exponer su versión de los hechos en una escena criticada por sindicatos policiales y partidos políticos y parodiada dentro y fuera del país. “Del plató de Quotidien (Francia) a la televisión neerlandesa: el ‘pipigate’ de Van Quickborne, objeto de burla por parte de nuestros vecinos”, señala un artículo publicado este jueves por la radiotelevisión pública belga RTBF, que estos días ha abierto los informativos con el incidente.

Una fiesta de cumpleaños con 60 invitados

El ministro cumplió 50 años el 1 de agosto y en la noche del 14 al 15 de ese mismo mes de verano organizó una fiesta con 60 invitados en su casa de la localidad flamenca de Cortrique (suoeste), de la que es alcalde desde 2013. “Cumplir cincuenta años es un momento importante (...) Quise celebrar una fiesta como cuando era joven”, dijo Van Quickborne, quien detalló que muchos de sus invitados eran “aficionados al heavy metal”.

Las cámaras de policía en el exterior de la vivienda registraron cómo tres de sus amigos salieron de la casa a las 20.39 horas de la noche de autos y orinaron contra un furgón policial -vacío- aparcado frente a la vivienda del titular de Justicia, que goza de protección especial porque hace un año las fuerzas de seguridad desbarataron un intento de secuestro atribuido al crimen organizado. Además, se produjo una segunda excursión urinaria a la furgoneta a las 22.05 y un tercer episodio a las 00.02.

Pero esas imágenes no trascendieron y están en posesión de la Fiscalía, que investiga los hechos, y por ahora sólo se conoce el relato de un periodista de la cadena VRT que las ha visto y cuyo relato compromete al titular de Justicia. El ministro no puso en duda esos hechos, pero aportó otra grabación de las cámaras de seguridad de la casa para, según dijo, “demostrar” que las “insinuaciones” de que él estaba al corriente son erróneas.

El vídeo del Ministro con distintas interpretaciones

El vídeo -que Van Quickborne ya había trasladado a los medios y que hoy proyectó en sede parlamentaria- muestra cómo el ministro sale de la casa con un amigo a las 3.59 de la madrugada, cuatro horas después de la última micción de sus otros invitados. A continuación, se produce una secuencia con distintas interpretaciones: el político bromea con su amigo a varios metros del furgón, imita lo que puede parecer la postura de un borracho orinando, se hacen un “selfie”, se acercan a la furgoneta policial y Van Quickborne abre y cierra la puerta del vehículo.

El cargo público asegura que salió para despedirse de su mejor amigo e insiste en que no sabía lo que hicieron sus invitados. No recuerda a qué respondía exactamente su postura de la discordia al término de una madrugada de fiesta con abundante alcohol, pero apuntó que le parece factible la interpretación de quienes creen que toca una guitarra imaginaria. “Soy aficionado a la guitarra, me gusta el heavy metal, puede ser”, dijo Van Quickborne, quien explicó que abrió y cerró la puerta del vehículo policial “porque no estaba bien cerrada”.

El ministro aseguró que sólo supo días después del comportamiento de sus amigos y describió ante los diputados su reacción al enterarse de lo ocurrido. “Les llamé, les insulté y les dije que tenían que presentarse ante la Fiscalía”, relató Van Quickborne, quien también dijo haberse excusado personalmente ante los policías que visionan las imágenes para proteger a su familia. “Pido disculpas a todos los agentes de policía que se desplazan a diario en un furgón como el que estaba aparcado en mi puerta”, agregó lamentó el titular de Justicia.