Con seis detenidos
Asalto a la Asamblea de Portugal al estilo Capitolio: la policía frena a una milicia neonazi que pretendía atentar contra la cámara
Sí, pero Su objetivo final era constituirse como una formación política que fomenta la discriminación, la incitación al odio y la violencia. Algo que lograrían apoyados por un brazo armado, que fabricaba sus armas con impresoras 3D.

Conocidos por sus siglas como el MAL -Movimiento Armilar Lusitano-, la policía portuguesa ha conseguido frenar a este grupo de extrema derecha con la detención de seis de sus miembros. Se trata de una milicia neonazi que hace apología del terrorismo, la incitación al odio y que pretendía atentar contra el gobierno de Portugal.
Un ataque que planteaban perpetrar sirviéndose de un arsenal repleto de explosivos y armas de fuego, que aparece en las imágenes sobre estas líneas. De hecho, los agentes también incautaron varios libros sobre el nazismo. Algo que genera inquietud en las autoridades que lamentan como observan "cada vez más discursos de este tipo y el reclutamiento de jóvenes a través de internet".
"Se estaban armando, reclutando gente, recibiendo entrenamiento, adquiriendo capacidad táctica para llevar a cabo algún tipo de acción", asegura la policía portuguesa. De hecho, los han detenido cuando ya estaban preparando atentados, con la colaboración de un agente municipal de Lisboa.
Una acción que, según medios lusos, podría incluir el asalto a la Asamblea de Portugal, al más puro estilo del Capitolio de Washington en 2021 o el de Brasilia en 2023. Eso sí, su objetivo final era constituirse como una formación política, fomentando la discriminación e incitación al odio y la violencia. Algo que conseguirían apoyados por un brazo armado, que fabricaba sus armas con impresoras 3D como las que se observan en el vídeo principal de esta noticia.
Todo en un país que ha visto cómo la extrema derecha representada por el partido político Chega se ha convertido en la segunda fuerza en las elecciones generales hace apenas un mes. De esta manera, la ultraderecha conseguía adelantar al Partido Socialista (PS), que caía al tercer puesto y que, por primera vez en su historia, no logró sumar escaños una vez sumados los votos de los portugueses que votaron desde el extranjero.