Alemania, desbordada por los refugiados, ha paralizado la entrada de trenes procedentes de Austria y ha restablecido los controles en las fronteras. Se trata de una medida excepcional, con la que se han encontrado cientos de refugiados que pretendían llegar a Munich desde Viena. Mientras, en Hungría, el ejército intensifica su despliegue por si no hay un acuerdo en el reparto de cuotas.