El Festival del Lichi y la Carne de Perro de Yulin, una ciudad en la provincia de Guangxi, en el suroeste de China, donde se celebra este evento anual culinario de carne canina, considerada una delicia en ese región, está siendo blanco de las protestas de numerosos activistas.
Mientras algunos han optado por manifestarse con pancartas o enviando mensajes contra el sacrificio y consumo de estos animales a los propietarios de los locales que los cocinan, los más decididos han llegado a pagar pequeñas fortunas para comprar y salvar la vida a cientos de perros. La activista Yang Xiaoyun pagó unos 7.000 yuanes para salvar del sacrificio a un centenar de animales.
Cada día, más millones de chinos reflejan un sentimiento de desagrado ante ese festival, en un país donde se cree que al menos unos 30 millones de hogares tienen perros como mascota.
Con todo, en ciertas partes de Guanxi, la población local no ve ninguna diferencia ética entre consumir carne de cerdo o de perro, y defiende que debería ser libre de disfrutar tranquilamente de esa costumbre.
Los críticos, sin embargo, creen que es una actividad cruel, y señalan además los posibles riesgos de comer perro, al ser un animal que no se cría normalmente para su consumo, por lo que se teme que muchos de los canes que se cocinen estos días puedan ser perros robados, sin ningún tipo de control sanitario.
Se calcula que este año se sacrificarán unos 10.000 canes para su consumo en Yulin, y la creciente indignación de los chinos de esa y de otras partes del país con la tradición de esa zona ha calentado un intenso debate en las redes sociales, donde cientos de miles de usuarios han mostrado su oposición al festival.
Según una encuesta de la popular red social Sina Weibo, el 87,9 por ciento de los 4.606 consultados hasta anoche se mostró partidario de que Pekín prohíba con una ley este tipo de abuso de los animales.
El evento comenzó a tomar relevancia a partir de 1995 y consiguió aún más fuerza cuando un plato con carne de perro ganó un festival gastronómico de la ciudad. Aunque también se come este animal legalmente en otras provincias chinas, como Jiangxi, Yunnan y Hubei, en 2011 la región oriental de Zhejiang prohibió el Festival de Carne de Perro de Jinhua Hutou.