Llega fin de mes y siempre sale a pagar. Toca afrontar los suministros, que son más caros que hace años; el recibo de la hipoteca o del alquiler, que en muchos casos también ha subido, y esos otros gastos que son una inversión en educación o salud, o que son pequeños pero llegan en estampida siempre en las mismas fechas: la cuota de la comunidad, el gimnasio, el smartphone comprado a plazos... La persistencia de estas alzas en el tiempo han conseguido que los españoles se planteen sus recibos, y que uno de cada cuatro crea que necesitará incumplir una factura para hacer frente a otra, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum en el que han participado 24.000 consumidores.

De la afirmación pasamos al supuesto concreto, el recibo que guardaríamos en un cajón entre sudores. Como quitarse las salidas al bar a la playa o al extranjero no son suficiente, el informe plantea a los encuestados la pregunta de qué factura incumplirían, y casi la mitad, el 41% incumplirían el pago de los recibos de bienes o servicios que previamente hayan encargado, como puede ser la compra de ropa por internet.

El orden sigue con la paralización de facturas de internet o derivados (el 33% de los encuestados) y de no pagar un recibo de gasto educativo (12%). En los últimos puestos se ubican los supuestos de incumplir una factura energética de luz, agua o gas (10%) y del pago de la hipoteca o alquiler (el 6% y el 5%). Son impresiones claramente marcadas por la inflación y también por la subida del precio del dinero, que encarece el endeudamiento y por tanto lo descarta para hacer frente a los gastos. De hecho, "el 58% de los españoles afirma que sus gastos están creciendo muy por encima de sus ingresos", según explica Víctor González, director de comunicación y marca de Intrum.

Comparado con Europa, no estamos tan mal

El informe se ha elaborado a partir de entrevistas en 24 países europeos y pone en contexto que el caso español no es ni inusual ni mucho menos de los más graves. Mientras el 24% de los consumidores españoles creen que van a dejar impagada una factura en 2023, la media del continente se sitúa en el 29%, cuatro puntos por encima. En este sentido, España se sitúa en niveles más bajos que otros países del entorno como Francia, Italia y Portugal.

Entre los distintos países hay resultados muy dispares, con el preocupante dato que presenta Grecia, donde los consumidores que aseguran que paralizarán un recibo son el 55%. En el extremo opuesto se sitúan los países nórdicos, con Noruega a la cabeza, donde aun así han contestado afirmativamente el 20% de los encuestados, un resultado tan solo cuatro puntos por debajo de España.